El director general de Orden y Seguridad de la Policía Nacional, comisario general inspector Luis Pablo Cantero, explicó que el trabajo que realizan comprende un mayor control de parte de la Policía en zonas consideradas rojas y otros puntos estratégicos, así como mayor presencia de las patrulleras en los barrios para interceptar a sospechosos en motos, cuyos vehículos no tengan chapa, circulan sin luz y de manera llamativa.
Comentó también que efectivamente cada comisaría posee sus equipos de agentes que están realizando la tarea de inteligencia, infiltrándose en lugares donde se esconderían los motoasaltantes o que funcionan de aguantaderos.
Asimismo, el tercer aspecto con que se trabaja tiene que ver con la parte tecnológica para llegar a los delincuentes.
Sin embargo, la estrategia señalada por el comisario no va acompañada de buenos resultados en el ámbito de la prevención, teniendo en cuenta que a diario los motoasaltantes cometen sus golpes.
Para el ministro del Interior, Francisco José De Vargas, la tarea contra la delincuencia implica un trabajo coordinado entre Fiscalía, Poder Judicial y Policía. El ministro criticó el hecho que se otorgan medidas alternativas de prisión a los motochorros, pese a que todos estos tienen antecedentes y aún así los jueces otorgan las medidas con el beneplácito de la Fiscalía. “No le quito la responsabilidad a la Policía, pero está claro que las medidas se suelen dar con mucha ligereza”, manifestó De Vargas.
En tanto el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, anunció que auditará la labor de los fiscales para saber si las resoluciones se dieron en el marco legal. No obstante, dijo que la tarea de la prevención está en el campo de la Policía Nacional, y sus agentes son los que están en las calles. “No se deben poner excusas para dar una respuesta eficiente a la ciudadanía”, indicó Díaz Verón ya en un sentido más general. A la vez sostuvo que sería interesante una reunión interinstitucional y de esa manera ver dónde está el problema.
Modus operandi. Los asaltantes motorizados circulan generalmente de a dos en un biciclo para realizar sus ataques. En algunos casos son más. Anteriormente, las víctimas eran en gran mayoría mujeres; sin embargo, hoy se nota que cualquiera puede ser víctima de estos delincuentes. Habitualmente verifican las zonas y al ver a una persona desprotegida, se acercan y el acompañante le ataca con un arma. Últimamente, los asaltantes actúan con mucha violencia, que según los investigadores de la Policía y de la Fiscalía, se debe a la ingesta del crack y del alcohol.
Generalmente, el objetivo es el celular, pero también se vio que en otros casos asaltaron a mujeres que salían del banco para robarles dinero.