21 ago. 2025

“No renunciemos por nadie a nuestro rumbo”

El reconocido conferencista y autor de varios libros de autoayuda estará conversando hoy con el público paraguayo sobre cómo transitar a la felicidad.

Guía.  Bucay afirma que no se siente un gurú y señala que se sentiría orgulloso si el público aprende en sus charlas.

Guía. Bucay afirma que no se siente un gurú y señala que se sentiría orgulloso si el público aprende en sus charlas.

Por Carlos Elbo Morales

Sus seguidores locales lo esperan y aguardan ansiosos sus enseñanzas, tomándolas como quien bebe agua del manantial en medio del desierto. Jorge Bucay, escritor, psicoterapeuta, espera no defraudar la expectativa de ellos cuando esté indicándoles que El camino de la felicidad es posible. Y horas antes adelanta algo de lo que será el encuentro de hoy, charlando con ÚH.

–¿Cómo será el encuentro de hoy?

–Cada charla es diferente. Más allá de tres o cuatro conceptos desde los cuales parto, que es la idea de que la felicidad no es alegría y que no es obligación, sino un derecho; a partir de ahí veremos hacia dónde se desenvuelve. Ojalá que sea diferente y todos salgamos habiendo aprendido algo.

–¿Espera que sea fructífero el momento de interacción con el público?

–Ojalá sea así. Creo que el intercambio me nutre y nutre a los demás. Es lícito y válido dar a cada uno el espacio para que demuestre su criterio. Me parece que eso forma parte del camino.

–¿Que tal resultó su experiencia con la gente de Paraguay?

–Acá siempre me han tratado con mucho amor y cariño. No tengo ninguna duda de que esta vez va a ser lo mismo. No hay miedo, sino, al contrario, estimula.

–¿A qué se puede llamar felicidad?

–Creo que hay dos tipos de respuestas en esto, de dos tipos de personas. Una que dice que la felicidad está ligada a la alegría; nos dicen que están felices cuando le suceden cosas alegres, cuando disfrutan bien de las cosas. Para ellos la felicidad son solo momentos de alegría que no son todos los momentos. Otros pensamos que la felicidad tiene más que ver con la realización personal, con esa plenitud que siente cuando en su vida ha diseñado el camino de aquello que le da sentido. Cuando uno va en pos de un propósito, digamos. Y ese propósito está por encima de los pequeños logros y las pequeñas satisfacciones.

–¿En cuál de ellas cree usted?

–Yo creo más en esa felicidad que tiene que ver con la serenidad, la naturaleza, con la realización de las personas. De eso hablo e intento mostrar que todos tenemos la obligación de pelear por esto, de elegir un propósito, de encolumnar nuestra vida y de ser felices, si no todo el tiempo, la mayor parte del día.

–¿El ritmo de vida actual permite alcanzar felicidad?

–Creo que sí. Todo consiste en darse cuenta de que uno tiene muchas cosas que son urgentes y otras que son importantes. La sociedad obliga a ocuparse de lo urgente, pero no deberíamos descuidar lo importante.

–¿Qué cosas considera importantes?

–Tener tiempo para pensar, para saber cuál es tu rumbo, dónde ir, cuál es el propósito de cada uno. No puede ser solamente ganar dinero o cambiar el auto. Si ese es tu único propósito, la verdad que tenés una vida bastante pobre.

–¿Qué debemos aprender?

–Tenemos que aprender que en la vida hay otras cosas, como la trascendencia, solidaridad, ayudar al prójimo y otras más que tienen que estar por encima de esas tonterías del consumo que nos quieren vender. Las cosas importantes son estas y debemos ocuparnos de no desviarnos de nuestro rumbo, del camino que nos hemos propuesto.

–¿Los padres pueden formar hijos felices?

–Seguro que pueden. Actualmente enseñan a sus hijos a ser más competitivos, a que en el futuro ganen más dinero. Ese es el objetivo que les ponen porque creen que van a ser más felices. Les enseñan todo lo que tiene poco que ver con ser felices en el mundo.

–¿Algunas claves para caminar hacia la felicidad?

–Habría que responderse las preguntas básicas de la existencia humana y que son ¿Quién soy? ¿Dónde voy? ¿Y con quién? Que nadie pretenda ser quien no es y que dentro de eso elija un propósito y después se acompañe de aquellos que van en su misma dirección. Que no pretenda convencer a otros que vaya en la dirección propia y que por nadie renuncie a su propio rumbo.

–¿Se siente un gurú?

–No. La palabra gurú depende de quien la diga y puede ser un insulto o un halago. Gurú quiere decir maestro y no maestro en el sentirse más que los demás. Quiere decir guía de enseñanza. Si yo sintiera que le enseño a alguno, es porque alguien me enseñó a mí y así me sentiría muy orgulloso. No soy un iluminado.

–¿En qué momento encontró la felicidad en su vida?

–Es parte de un proceso que se fue dando a lo largo de los últimos 30 años de manera personal. La búsqueda de la felicidad no es algo que se da de la noche a la mañana, sino es todo un proceso que cada uno lo va viviendo.