Por Nancy Méndez
MINGA GUAZÚ
Aprender a sumar, restar, multiplicar, conocer las unidades, decenas y centenas con materiales hechos con tapitas, botellas de gaseosa, cajas de leche o de pizza pareciera un juego de niños, y para muchos quizás solo sea basura, mientras que en varias escuelas de Alto Paraná estos residuos se convirtieron en materiales didácticos para que los niños puedan aprender de una forma diferente. Muchos de los materiales reciclados fueron presentados en la feria de libros que se realiza hasta hoy. La feria es organizada por la Supervisión de Apoyo Pedagógico región 6- Alto Paraná, la Municipalidad de Minga Guazú y la Cámara del Libro Asunción-Paraguay.
Los materiales didácticos reciclados que se exponen en la feria son por ejemplo el cartel de valores que sirve para que los niños sepan ubicar los numerales en cuanto a unidades, decenas y centenas se refiere, y que también se puede utilizar para sumar; este material se hizo con botellas de gaseosas pequeñas y se utilizan pajitas en desuso para hacer los conteos. También se pudo ver una especie de bingo con los números y la profesora va sacando los numeritos y el niño debe colocar semillas de maíz o poroto, según el número que dicte la profesora. Un cartón de pizza fue utilizado para hacer un reloj, donde las horas se forman con tapitas de gaseosas, entre otros juegos.
“La tabla de multiplicar, por ejemplo, se puede hacer de cartón y tapitas móviles, entonces los alumnos hacen una suerte de competencia, quien complete primero la tabla gana; por ello se esmeran en aprender para poder ganar. Es una forma divertida de aprender la multiplicación que a veces no nos gusta”, afirmó la profesora María Juanita Villalba, del Centro Educativo Doña Dionisia, de Minga Guazú, que fue la encargada de mostrar estos materiales a los que visitan la muestra.
Algo que llamó bastante la atención de todos quienes visitaron la feria eran las maquinitas de sumar, restar y multiplicar que son hechas de varios materiales que se encuentran en la casa o la escuela. “La maquinita de restar, por ejemplo, es mágica, se utiliza una caja de zapato y dos bandejitas descartables para poner las tapitas, debajo de una de las bandejas se hace un hueco, la profesora le pide al alumno que cuente las tapas y les reste o pase a la siguiente bandeja y saca la bandejita y las tapitas caen en el hueco, entonces ahí conocen el resultado”, afirmó la docente.
HECHOS POR NIÑOS. “Los niños elaboran sus propios materiales a partir de lo que encontramos en la escuela, esto aprendimos en un curso de especialización en el Centro Regional de Educación de CDE y nuestra tutora nos guía para poder primeramente mostrar a los colegas y a su vez a nuestros alumnos”.
En lo que respecta al distrito de Minga Guazú, son aproximadamente 35 los docentes de ocho instituciones asociadas al centro educativo que están implementando desde hace dos meses este tipo de trabajos con los niños, desde el preescolar hasta el 6º grado.