EFE
El ataque fue lanzado por los seis suicidas en la aldea Ain al Tamar, a unos 80 kilómetros al oeste de la ciudad santa chií de Kerbala, capital de la provincia homónima, explicó el portavoz del Ministerio iraquí del Interior, el coronel Saad Maan, en un comunicado.
Las fuerzas de seguridad lograron matar a cinco de ellos antes de que se inmolaran, mientras que el sexto entró en una vivienda y en su interior detonó los explosivos que llevaba adosados al cuerpo, según Interior.
La explosión causó la muerte a seis civiles y heridas a otros seis.
La localidad de Ain al Tamr fue escenario en agosto pasado de un ataque similar por parte de cuatro suicidas contra una boda, que ocasionó 18 muertos y 20 heridos.
El EI aseguró en su nota que “jinetes del martirio (suicidas), armados con cinturones explosivos, fusiles y bombas caseras, se lanzaron contra grupos de renegados (chiíes) en la zona de Ain al Tamar”.
“Se enfrentaron con ellos durante varias horas y después de que se les agotó la munición hicieron estallar sucesivamente sus cinturones explosivos”, añadió el texto.
El comunicado de los extremistas, firmado por Wilayat al Yanub (Provincia del Sur), cifró el número de víctimas en más de 60 muertos y heridos.
El ataque de hoy se produce pocos días antes del “arbain”, conmemoración chií que celebra los primeros cuarenta días después del aniversario del martirio del imán Al Husein, nieto del profeta Mahoma, y que es el más venerado de los doce imanes del credo chií.
Para la ocasión, cientos de miles de fieles visitan su mausoleo en Kerbala, ciudad donde el imán murió el 10 de muharram del año 680 d.C. a manos de las tropas del califa omeya Yazid (líder de la rama suní del islam), tras resistir diez días una ofensiva del califa contra la ciudad.
Cientos de fieles chiíes han muerto en los últimos diez años en Irak en atentados perpetrados por terroristas suníes durante esa conmemoración.
No obstante, las provincias meridionales de Irak, de mayoría chií, se han mantenido más o menos a salvo de la violencia en los últimos dos años pese a la proclamación de un califato en la mitad septentrional por parte del EI.