Por Darío Lugo
Las empresas maquiladoras del país apuestan por el crecimiento de este régimen y optan por distanciarse del mote que avizora un Paraguay convertido en unos años en la China de Sudamérica, ya que existe un trabajo conjunto con estamentos del Estado y no como otros países, que solamente es un empuje a nivel privado.
La presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap), Carina Daher, prefiere un rótulo de Paraguay, tierra de oportunidades, y menciona que otros países se hicieron famosos en esta modalidad, pero que hubo distorsión de esta herramienta económica y que se ha “manchado el nombre” de la maquila, por no articular acciones con los gobiernos.
“Dependemos y trabajamos en coordinación con el Consejo de Industrias Maquiladoras del Paraguay, que depende del Ministerio de Industria y Comercio, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Hacienda”, puntualiza la empresaria, para enfatizar que en Paraguay es una de las opciones más rápidas, legales y viables para un fortalecimiento económico.
Menciona a las divisas constantes y sonantes que generan bienestar, además de que “las matrices ya existen en el exterior, el patrón principal está consolidado y los clientes fueron explorados. Es una herramienta fantástica para la industrialización y crecimiento; un número importante de mano de obra directa que sustenta a casi 11.500 familias”, sostiene Daher.
A su criterio, la experiencia positiva que trae este tipo de incentivos (impositivos, laborales, de fuentes de energía) como herramientas de crecimiento para el país es patente; por eso sugiere dejar a un lado la política y seguir persiguiendo el objetivo del Gobierno de combatir la pobreza con fuentes de trabajo.
apoyo a la promoción. Agrega que el sector empresarial maquilador seguirá apoyando las labores de promoción, experiencia y entrenamiento “sin trabajar por ningún color ni partido, sino para el bien de todos los paraguayos”, especifica.
En el sentido de las ventajas que se presentan en el país, Daher dice que –fuera del gran motivador llamado impuestos– hay herramientas primordiales, como la tierra y la mano de obra a elección para entrenamiento, según necesidad. “Nuestra gente es ágil, ansiosa de aprender y enfocada en progresar cuando tienen la oportunidad, cualidades que nos resaltan”, enfatiza.
En cuanto a los rubros prometedores en maquila, indica que la industria del plástico se expande, además de los confeccionistas y servicios de call center, con jóvenes recién egresados del colegio bajo el programa de Mi primer empleo.