Los manifestantes llegaron hasta la Comandancia de la Policía Nacional y quemaron una patrullera, los uniformados nada pudieron hacer para evitar el siniestro.
El fuego no pudo ser controlado hasta luego de varios minutos ya que los bomberos voluntarios se encontraban trabajando arduamente para sofocar las llamas dentro del edificio del Congreso Nacional.
Las personas ingresaron en la sede del Congreso y causaron una gran cantidad de destrozos, rompieron los vidrios, quemaron las oficinas y tiraron los objetos personales de los senadores, en protesta por la aprobación irregular de un proyecto de enmienda.