20 jul. 2025

“Los partidos políticos no se han democratizado internamente”

En ellos además las mujeres no son consideradas una opción válida. La cuota de participación femenina se aplica de forma perversa, dice la política liberal, quien también critica el proceso de integración de la terna para fiscal general.

Analista.  La doctora Pilar Callizo opina que el liderazgo no se da solo ocupando cargos.

Analista. La doctora Pilar Callizo opina que el liderazgo no se da solo ocupando cargos.

Susana Oviedo

soviedo@uhora.com.py

La doctora Pilar Callizo, abogada, docente universitaria y política, participó del Grupo Impulsor del proyecto de ley de paridad democrática, presentado en marzo del 2016, que busca garantizar una representación paritaria de mujeres y hombres en los cargos públicos y en los partidos políticos. Como ex miembro del Directorio del Partido Liberal Radical Auténtico, conoce profundamente la crisis de esta agrupación política y como reconocida profesional del Derecho, no puede sino sumar su indignación hacia el proceso de integración de la terna de candidatos para fiscal general del Estado. Con ella conversamos de todos estos temas.

–Ya vence el plazo para que el Ejecutivo remita al Senado el nombre del elegido para fiscal general del Estado. ¿Qué dice sobre la forma en que se llevó a cabo el proceso para integrar la terna y los reclamos de falta de transparencia al respecto?

–El proceso de selección de terna del fiscal general es una clara demostración de cómo avasalla este Gobierno. Propuso tres perfiles innegablemente funcionales a sus intereses, engañando a los ciudadanos y candidatos sobre una transparencia, que no ha sido tal, demostrando carecer el proceso de las condiciones no solo de legitimidad, sino también de legalidad, al negarse el Consejo a dar la información acabada de los criterios asumidos para la evaluación de los perfiles. Se supone que la honorabilidad de los candidatos debe prevalecer, pero ninguno de ellos puede presumir de ella o de la autonomía que se espera de ellos.

–¿Cuáles son los cuestionamientos que realiza respecto a la terna misma?

–El secretismo que adoptó el Consejo de la Magistratura. Extraordinariamente, la terna resultante es unicolor, por encima de calificadísimos profesionales del Derecho, como la ex fiscala Rocío Vallejos, la doctora Carolina Llanes y otros, con vastísima experiencia e idoneidad, cuyos nombres resultaron desechados, sin explicación fundada, y lo que es peor aún, sin que se tuviera oportunidad de revisar los detalles que se tomaron en cuenta. El Ministerio Público, como órgano autónomo del sistema judicial, debe tener al frente a una persona no solo capaz e idónea, sino honorable y con probidad demostrada.

–¿Cuál es el siguiente paso, en caso de no reunirse los votos en el Senado para otorgar el acuerdo al candidato a fiscal general que elija el presidente Cartes?

–Si los integrantes de la Cámara de Senadores hacen honor a su investidura y rechazan la terna, esta debe volver al Consejo de la Magistratura para seleccionar una nueva terna con los candidatos mejor calificados que figuraron para la primera selección. Mientras que los partidos no se interioricen en las necesidades de ofrecer candidatos de calidad, vamos a seguir sumidos en este manejo discrecional y arbitrario del oficialismo.

–¿Qué efecto provoca en la ciudadanía la actuación del Consejo de la Magistratura?

–Frustración. Y además el debilitamiento de la institucionalidad democrática. Un estado de derecho se fortalece sobre instituciones sólidas que generan confianza en la ciudadanía. Y, lamentablemente, el Consejo de la Magistratura hace tiempo que ha dejado de ser una institución confiable.

–Pasando a otro tema, en las listas a cargos electivos de los partidos políticos del país, las mujeres son una excepción. Aparecen en un orden en que no tienen chance de acceder a una banca. ¿Por qué sigue sucediendo esto?

–Porque los partidos políticos no se han democratizado internamente. Así es muy difícil que puedan introducir mecanismos de participación sin exclusión. Lamentablemente no han entendido aún que la construcción democrática se hace entre quienes conformamos este país, y que la democracia se mide por la pluralidad en la participación y en la representación.

–¿Sería una solución la ley de paridad democrática?

–Sí, considero que tener una ley nos permitirá el acceso a los cargos de toma de decisión con mayor facilidad. Pero para avanzar en la igualdad y evitar la discriminación, además de una ley de paridad, se necesitan otras políticas que tengan que ver con la educación y con la oportunidad para desarrollarse en igualdad. Actualmente, los partidos aplican perversamente la cuota de participación femenina, porque la toman como tope. No existe conciencia de parte de la dirigencia masculina respecto a que las mujeres somos una opción absolutamente válida para ocupar los primeros lugares. Además, la cultura machista hace que las mujeres llamadas a integrar listas, sean funcionales al sistema.

–Usted no está en ninguna lista electoral de su partido. ¿Es por decisión personal o porque no le han ofrecido participar?

–Por decisión personal. Siempre pensé que la política era algo muy serio que necesita de mucho patriotismo, sinceridad y responsabilidad. Los partidos, incluyendo el partido al que pertenezco, se jactan de presentar renovación en sus filas; sin embargo, los candidatos que presentan configurarán un Congreso idéntico al actual. El hecho de postular de nuevo a los mismos legisladores que ya llevan más de un periodo en el cargo colisiona con el discurso de cambio que se pregona. Hace tiempo que las estructuras partidarias han perdido autoridad moral, funcionando solo y para las contiendas electorales, que a su vez, cada vez están más mercantilizadas. Por eso, urge modificar el sistema electoral y crear una ley de partidos.

–¿Qué análisis realiza sobre la polarización que subsiste en el PLRA, agudizada tras la crisis por el intento de imponer la reelección vía enmienda?

–Una situación de la que Efraín Alegre y la dirigencia actual al frente del partido han salido beneficiados. Fueron hechos muy duros, no solo por haberse intentado violentar el caracú de nuestra democracia, sino porque se ha perdido una vida joven. Ha habido hechos de extrema violencia, de los que los senadores/as llanistas son responsables. Estos hechos han logrado debilitar considerablemente al movimiento Equipo Joven y el liderazgo de quienes lo componen. El Partido Liberal debe sanear sus filas para recuperar la mística y los valores que nos han legado las mujeres y hombres que con tanto esfuerzo y sacrificio hicieron su historia.

–¿Qué opina de la alianza conformada entre el PLRA y Frente Guasu para las elecciones generales de abril?

–Me alegra que esta se haya logrado. Es un interesante desafío de quienes conforman la alianza y tienen la responsabilidad de demostrar a la ciudadanía la capacidad que hasta ahora no se ha demostrado, de manera eficiente, de acuerdos sostenibles y consensos cumplibles, aunque las líneas doctrinarias e ideológicas de la alianza no sean una sola. Lo importante es que si la alianza es gobierno en el 2018 se logre establecer y llevar adelante un programa de gobierno que consiga la gobernabilidad, y la satisfacción de las demandas ciudadanas.

–¿Hay chance de victoria con los candidatos que postula el PLRA?

–Creo que existen grandes chances. En el 2013, Efraín Alegre obtuvo cerca de 900.000 votos, un registro histórico para un candidato liberal, sumado a eso el caudal luguista, puede generar sorpresas interesantes. Nadie asegura que Leo Rubin logre capitalizar los votos que responden a Lugo. No obstante, si se repite lo del 2013 y adicionamos los votos que corresponden a Frente Guasu, se pueden lograr resultados interesantes.