Por Sergio Noe
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El requintista Juan Cancio Barreto (66) se retiró hace cinco años de los grandes festivales, pero aún continúa con la música y próximamente se prepara para lanzar un disco de música paraguaya, al que califica como “una pequeña locura” que plasmó en esta vida.
Asegura que se trata de un disco que sonará tal cual como cuando toca en el escenario. “Toco los temas tradicionales que más me gustan, pero que raras veces se grabó en versión de requinto”, cuenta.
Una clave a la hora de registrar con su requinto es estar “totalmente relajado”. En este material añade una guitarra de acompañamiento y un bajo.
“Es un disco al que le tengo un cariño muy especial –al igual que los demás– por los años que tengo. Es como mi juguete nuevo, ya que hice lo que me gusta hacer”, explica.
Ahonda en detalles al punto de contar que usó “la uña, la púa y los dedos”, e incluso buscó emular a otros instrumentos. “Traté de imitar a las (cuerdas) bordonas del arpa y los sonidos que hago en el escenario”, puntualiza.
Su próximo disco, ecualizado por BlueCaps, incluirá temas como “Punta Karapãme Serrato ndive”, obra cumbre de José Asunción Flores, además de “Palomita mía”, “Al pie de tu reja”, “Aquella noche”, “Caballería, “Causa ne ñaña”, “Che Jazmín”, “Rosa”, “Che mbo’eharépe”, “Despierta mi Angelina”, “Itauguá poty”, “Virgencita de Caacupé” y otras obras del repertorio nacional.
Hace cinco años, Juan Cancio se bajó de los grandes festivales del interior, como el de Ypacaraí, Caazapá y otros, pero sin dejar del todo la música.
“Te mentiría si dijera que no busco (tocar en festivales). Pero voy a otros de escuelitas. Siempre estoy tocando en fiestas privadas. En fin... no dejo mi música”, confiesa.
En sus conciertos privados siempre está acompañado por Rosana Ovelar (guitarra), Héctor Hernán Reyes (bajo) y Fabricio Soares (percusión).
Juan Cancio dice ser el “invitado” de las fiestas de los amigos y parientes, entre ellos los hijos de Pablo Barrios, quien integrara un dúo con Quemil Yambay, por citar algunos.
Sobre su talento, solo le restan palabras de gratitud a la vida. “Le agradezco a Dios por darme este entusiasmo. Lo más lindo que me dio la vida es el talento que me prestó y aprovecho al máximo. Todo lo debo a Dios”, sostiene con firmeza, diciendo además que se considera una “persona atípica” que “no farrea mucho”.
Tiene varias producciones fonográficas en su haber, además de una importante producción personal. “Tengo más de 50 temas míos grabados, los cuales también fueron grabados por otros músicos en Japón, Alemania y otros países, y también aquí en Paraguay”, señala.
También reconoce que la nueva camada de requintistas tienen un gran talento. “Me gusta que los jóvenes hagan y que busquen su forma de tocar, con nuevos ritmos. Tienen otra dinámica y hay que respetarla”, dice.
Además de la música y sus negocios, también tiene su programa Peña entre amigos en Red Guaraní (canal 2), que actualmente cumple su décimo aniversario.
“Al inicio nos dieron solo dos meses de vida... y aquí vamos... son diez años ya”, comenta sobre su espacio televisivo, al que siempre acuden colegas músicos a colaborar y por el cual “no cobran ni un peso”.
También se siente “bendecido por Dios” por la oportunidad de seguir con el programa emitido los domingos, de 12.00 a 14.30. “Estoy mil por mil. Me gusta mucho el campo y la música es mi alma... es todo”, enfatiza.