Al grito de “vamos, vamos Chapé”, y con una cercanía espiritual que traspasaba fronteras, las ciudades de Chapecó y Medellín rindieron homenajes casi en simultáneo a las víctimas de la tragedia aérea que enlutó al mundo donde jugadores, cuerpo técnico, dirigentes del club Chapecoense junto a periodistas y tripulación perdieron la vida rumbo a una final de la Copa Sudamericana que debió jugarse anoche.
El Arena Condá, estadio de Chapecoense, y el Atanasio Girardot de Medellín, se fundieron en un abrazo y en pura emoción, como el fútbol lo hace, para honrar de corazón a las víctimas de esta tragedia.
En el acto principal que se llevó en Colombia, ante unas cien mil personas, los jugadores del Nacional, vestidos de negro, entregaron ramos de margaritas blancas en honor a la víctimas, además en la marcha principal ondearon la bandera de cada país que tuvo a algún fallecido, incluyendo la paraguaya por el deceso del tripulante Gustavo Encina.
Dolor. En Brasil estuvieron presentes los jugadores de la plantilla de Chapecoense que no viajaron a Colombia quienes se abrazaron en el medio de la cancha mientras lo fanáticos cantaban. Fox Sports Brasil transmitió en color negro 90' desde las 21.30, hora en que debió empezar la gran final.
El mundo volcó su amor y congoja ante este accidente que enlutó el deporte, pero que dejará como legado a seres humanos que se consagran campeones de la vida.