29 mar. 2024

Líderes deben desactivar la encarnizada guerra política

No les hace ningún bien a la convivencia democrática ni a las necesidades de desarrollo el alto nivel de enfrentamiento que mantienen desde hace meses los sectores del oficialismo y la oposición, en una especie de guerra sucia política en donde todo vale, postergando cuestiones muy importantes para la marcha del país. La ciudadanía esta harta de los rebuscados recursos para tratar de conseguir o impedir la reelección presidencial prohibida por la Constitución, de las acusaciones y los argumentos traídos de los pelos. Aunque todos los sectores tienen directa responsabilidad, corresponde al Poder Ejecutivo parar la pelota e intentar recomponer la necesaria tranquilidad.

Como pocas veces en la historia reciente del Paraguay, el ambiente político ha llegado a un elevado nivel de deterioro, que afecta directamente a la convivencia en un sistema democrático y a la necesaria participación en cuestiones esenciales para impulsar el desarrollo social y económico.

Desde que sectores del oficialismo colorado empezaron a operar abiertamente para tratar de forzar la enmienda de la Constitución Nacional, buscando introducir la figura de la reelección presidencial –actualmente prohibida–, para que el actual presidente de la República, Horacio Cartes, pueda competir de nuevo por el cargo en las elecciones generales del 2018, se desató una cruzada obsesiva y maquiavélica por mantenerse en el poder, de la que también participan grupos liberales y de la izquierda, afines al ex presidente Fernando Lugo, a quien también buscan habilitar para pugnar por su reelección.

Lamentablemente, el intento por modificar la Constitución no se realizó en el momento más apropiado. Si el propio presidente Horacio Cartes, al inicio de su mandato, en 2013, cuando aún contaba con mayoría de diputados y senadores en el Congreso, hubiera convocado a una Asamblea Nacional Constituyente, podía haber logrado sin mayores problemas introducir la figura de la reelección y otras igualmente necesarias, como el balotaje o segunda vuelta, por la vía de reforma, quedando además en la historia como el gestor de un importante avance jurídico para el país.

Pero Cartes no solamente evitó hacer la convocatoria, sino en reiteradas oportunidades aseguró que no le interesaba la reelección, “porque la Constitución lo prohíbe”. Recién a mediados de 2016 cambió de parecer y abrió la caja de pandora para una guerra política sucia como pocas veces se ha visto, con un alto nivel de canibalismo partidario, con campañas de firmas amañadas, con acusaciones y contraacusaciones de conspiraciones y supuestos planes de magnicidio, en muchos casos con argumentos tan rebuscados que solo provocan las burlas y el hartazgo de la ciudadanía.

El enrarecido ambiente que se ha ido instalando, en donde parece que “todo vale” por retener o conquistar el poder, afecta al siempre vulnerable sistema democrático y jurídico en el Paraguay. En esta guerra mediática de todos contra todos tienen igual responsabilidad los dirigentes del oficialismo colorado como los propios dirigentes del grupo opositor que disputa las chances de competir electoralmente en el 2018.

A todos los líderes corresponde parar la pelota y poner el esfuerzo por desactivar esta guerra política, contribuyendo a recuperar la serenidad y la marcha institucional del país, pero la principal responsabilidad recae sin dudas en el actual Poder Ejecutivo.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.