De todos modos, apuntó que el sector que importa vehículos de segunda constituye nada más que un mercado que ocupa a unos 300 empleados formalizados, con cobertura de IPS, y que dos de las ensambladoras grandes ya cuentan con más personal que aquellos aglutinados en el CIVU.
También dijo que Paraguay quiere el mercado de autopartes para ubicarlo en el Brasil, “quiere los autos que se ensamblan en el Brasil; y nuestros vecinos vienen hace tiempo diciendo de alguna manera que el mercado paraguayo está inundado de autos usados, lo que es una verdad”, especificó.
El ministro abogó para que la ciudadanía piense abiertamente en el sentido de que el Gobierno no busca perjudicar a nadie, sino que lo ideal es que existan cada vez más ensambladoras en el Paraguay.