24 abr. 2024

Las ciencias sociales, un siglo después

Sergio Cáceres Mercado - sergio209@lycos.com

“Con ello se observará de paso la importancia que tiene y utilidad que puede ofrecer este estudio al espíritu social de nuestro país, permitiendo darse cuenta por lo menos de la posición del problema y abriendo camino a posibles soluciones”. Así se expresaba Ignacio A. Pane en la introducción de su libro Geografía Social. El célebre intelectual también había escrito una introducción a la Sociología, sucediendo en la cátedra a su maestro Cecilio Báez, quien también había producido un similar escrito “ad usum scholarum”.

Un siglo después de aquellas palabras de Pane, los cientistas sociales del Paraguay se aprestan mañana para participar del Primer Congreso Paraguayo de Ciencias Sociales. En todos estos años el campo de estudio se ha ampliado y transformado ostensiblemente. Las centenares de comunicaciones que se presentarán en los tres días que durará el evento demuestran que la investigación está al orden del día, que el trabajo transdisciplinar es una realidad, que prácticamente no hay fenómeno social que no sea objeto de estudio y que se ha pasado la frontera de escribir obras introductorias a pesquisas de gran rigurosidad científica.

Sin embargo, resalté en particular tales palabras de Pane porque como precursor de las ciencias sociales, el joven Pane quería mostrar que tal campo de estudio es útil, que puede ayudar a la mayor comprensión de nuestra realidad y en la resolución de los problemas. Como miembro del comité organizador del Primer Congreso, debo admitir que tal inquietud sigue patente en los cientistas sociales contemporáneos. A pesar de lo mucho que se ha avanzado, aún debemos hacer el esfuerzo por demostrar que somos importantes, que podemos aportar al conocimiento y al delineamiento de políticas públicas. En realidad todo esto se hace desde hace buen tiempo, pero el sentimiento de recalcarlo no nos abandona.

Y es que por encima de los innegables avances, todavía hay mucho por luchar para posicionar en un lugar más destacado a las ciencias sociales en el Paraguay. A pesar de la presencia real de las ciencias sociales en universidades, instituciones de investigación y en muchas dependencias del Estado, aún hay que decir que son importantes, pues todavía se percibe cierto ninguneo desde distintas instancias de poder privado o público. Esto tiene una explicación. A diferencia de los tiempos de Báez, Pane, Bertoni y varios otros precursores, las ciencias sociales han asumido una posición crítica, posición epistémica que les es consustancial hoy en día. En países como los nuestros, de endémica injusticia social, con élites de poder que siguen oprimiendo a una gran mayoría desamparada por un Estado copado por las mafias políticas, el que existan investigaciones que demuestran tales inequidades hacen de las ciencias sociales ámbitos del saber molestos a las oligarquías dominantes. Así y todo, el Congreso de Ciencias Sociales ya es una realidad y desde mañana Asunción será el centro de un evento que seguro será un punto de inflexión.

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