03 may. 2024

La reforestación como política social

Recientemente se publicaron los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que recoge información relacionada a los niveles de pobreza en el país. Dicha encuesta nos revela que desde su primera medición en 1997 hoy la pobreza extrema y pobreza total se encuentran en su nivel más bajo. El nivel de pobreza extrema –personas que no tienen suficiente ingreso para cubrir la canasta básica de alimentos– hoy es de 9,97% comparado al 18,78% en 1997. Si sumamos la pobreza extrema y moderada la pobreza total hoy es 22,24 en comparación a un 36,6% de la fecha de referencia.

Por Mario Villalba Ferreira

Por Mario Villalba Ferreira

A pesar de los avances, todavía existen 687.000 personas que viven con menos de 10.500 guaraníes al día y no les alcanza para comer. De esos 687.000 en pobreza extrema y hambre, 494.000 (75%) están en el área rural. En las mismas regiones en donde viven los pobres extremos, la industria agropecuaria exporta alimentos para 60 millones de personas posicionando a Paraguay como el cuarto exportador de soja y el sexto exportador de carne a nivel mundial. Comida hay de sobra, pero necesitamos un trabajo más solidario entre prójimos.

Sin embargo, la reducción de la pobreza e inequidad no es el único desafío que tenemos como paraguayos. Alimentarnos y alimentar al mundo requiere de una materia prima muy importante que es la biomasa. Un 45% de la matriz energética nacional proviene de la biomasa y poco a mucho nos estamos quedando sin bosques. Nos toca trabajar para eliminar la deforestación no solo por un tema de biodiversidad y cambio climático, sino también por temas de desarrollo económico y social.

Tanto los pobres extremos como los industriales necesitan leña tanto para calentar la pava o para los secaderos de granos. Reforestar el Paraguay es por tanto un objetivo que puede unir a ricos y pobres, a desnutridos y a sobrealimentados. Tenemos que dejar de ver a estos grupos de manera antagónica y generar alianzas ganar-ganar entre los mismos.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) plantea objetivos orientados tanto a la eliminación de la pobreza extrema como al manejo sostenible de los ecosistemas forestales. El Plan Nacional de Reforestación (PNR) plantea la reforestación de 450.000 hectáreas al 2030.

Sumado a estos documentos de política pública, surge la oportunidad de financiación de proyectos verdes a través del Fondo Verde del Clima (GCF por sus siglas en inglés). El GCF será la principal herramienta de cooperación en temas de desarrollo sustentable y cambio climático de los próximos años pretendiendo desembolsar 3.000 millones de dólares anuales en proyectos de mitigación y adaptación de entre 10 y 500 millones de dólares cada uno. Paraguay puede aprovechar estos fondos si presenta proyectos innovadores que apunten a un cambio de paradigma en la manera de encarar el desarrollo de la mano del cuidado ambiental.

Es posible el desarrollo económico de la agroindustria, la eliminación de la pobreza y la protección de nuestros bosques y cauces hídricos al mismo tiempo. Sin embargo, es importante que tomemos el liderazgo para generar cadenas de valor, inclusivas y sostenibles que unan a expertos en exportar alimentos y a personas que hoy apenas pueden comer, pero que con una buena política socioambiental pueden convertirse en protagonistas de una reforestación sin precedentes como estrategia para la superación de la pobreza.

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