El doctor Jesús Marín, médico cirujano especialista en accidentes que afecten a las manos, explicó que en los años trabajados en el Centro de Emergencias Médicas durante las fiestas navideñas y de fin de año, siempre se apela a la conciencia de los padres para evitar que los menores sufran accidentes debido a la manipulación de artefactos explosivos.
En el caso de adultos, dijo que los accidentes se producen porque los pacientes, en la mayoría de los casos, se encuentran alcoholizados y manipulan erróneamente la pirotecnia.
“Yo diría que nos duele a nosotros en el Centro de Emergencias Médicas cuando se dan los casos, porque creo que la gente no aprende la lección”, lamentó el médico.
Las estadísticas muestran que, si bien en el 2013 hubo pocos casos, es alarmante que la situación pasada afectó en su totalidad a niños, llegando a presentarse un caso de una menor de tan solo 4 años. En dos casos los pacientes sufrieron amputaciones de sus miembros.
“Qué hace una criatura de 4 años con una pirotecnia, ese es el problema de los adultos. El año pasado fueron 4 criaturas, una nena y tres varoncitos, la de menor edad tenía 4 años, luego lo demás tenían 8, 11 y 13 años”, explicó Marín.
En todos los casos, los médicos deben trabajar en la reconstrucción del miembro afectado y lograr que los mismos puedan seguir siendo de utilidad para los pacientes. “Nosotros lo que podemos hacer es reparar utilizando el material humano que queda, para restaurar esa mano lesionada para darle utilidad y movilidad”, agregó.
No existe la pirotecnia inofensiva
El doctor Jesús Marín es tajante al afirmar que no existen artefactos pirotécnicos inofensivos y que todos tienen un grado de peligrosidad.
“No existe ningún artefacto pirotécnico que esté exento de producir un tipo de lesión. Las bombas de mayor densidad tienen entre 10 a 12 gramos de pólvora, con piedritas en su interior que luego se expanden, por lo que puede afectar a la audición y producir ceguera. También están los que producen quemaduras como las bengalas, luces y lágrimas. Después tenemos las bombas inofensivas como el famoso fosforito. En estos casos se recomienda usar pinzas para no tocar”, recomendó.
Costo de sufrir una lesión por causa de los petardos
El doctor Marín dio una cifra promedio de lo que representa para la salud pública, correr con los gastos de un accidente producido por la utilización de pirotecnia. En la mayoría de los casos, el tratamiento requiere, aproximadamente, de tres cirugías reconstructivas.
“Un traumatismo de mano, la primera cirugía es restaurar, la segunda es darle cobertura, después hay más procedimientos que llevan meses. Se calcula entre G. 50 a 60 millones volver a rehabilitar una extremidad afectada. Son microcirugías donde se trabaja con una precisión extraordinaria para llegar al objetivo”, explica.
Finalmente, apunta a que el objetivo principal que se busca en cada fin de año es lograr cero accidentes producidos por la pirotecnia, mediante la concienciación permanente de la ciudadanía.
“El objetivo fundamental del servicio de cirugía de manos es llegar al punto cero, y creo que con la difusión de los medios de comunicación se puede llegar a ese objetivo”, afirmó Marín.