“Nos hemos centrado en los procedimientos de seguridad que permitirían que el órgano de gobierno transitorio funcione lo mejor posible y De Mistura respondió positivamente a los planes detallados que le expusimos sobre la transición política”, comentó a la prensa el jefe negociador de esa delegación, Naser Hariri.
En estas negociaciones, por procedimientos de seguridad se entiende la manera en que estarían formadas y funcionarían las entidades militares y de seguridad pública, tras seis años de guerra civil en la que muchos militares han desertado del ejército regular sirio y se han pasado a las filas de los muchos grupos armados que actualmente combaten en Siria.
La suerte de los miembros de los numerosos grupos armados que se formaron para luchar contra el régimen de Bachar Al Asad -y parte de los cuales combaten actualmente al grupo yihadista Estado Islámico- también debe formar parte de las soluciones a esa cuestión.
“Hemos hablado de la transición política, que implica numerosos factores: políticos, sociales, económicos y de seguridad (interna)... todo lo cual deberá estar incluido en un órgano de gobierno transitorio”, insistió Hariri en una comparecencia ante la prensa.
La quinta ronda de negociaciones sirias de paz se encuentra en su quinta jornada -incluyendo una pausa, el pasado domingo- y desde entonces no se dilucida ningún progreso concreto.
Hariri acusó de esto a la delegación del Gobierno sirio, “que intenta destruir cualquier oportunidad para entrar en discusiones de fondo y de disminuir el sufrimiento de los sirios”.
Sostuvo que los esfuerzos de la oposición están concentrados en avanzar en la cuestión relativa a la transición política, que pasa por apartar a Al Asad del poder.
En esta línea, acusó al Gobierno sirio de no tener “ninguna intención de que estas conversaciones sean fructíferas”.
“Ya fracasaron en 2014 y en 2016, y hasta ahora no tenemos un verdadero interlocutor en este proceso”, manifestó el dirigente opositor.
Por otra parte, Hariri confirmó que mañana su equipo se reunirá con el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Gennady Gatilov, quien ha llegado a Ginebra para mantener consultas con ambas delegaciones y con De Mistura.
El enviado ruso se reunió hoy con la delegación gubernamental, que, en cambio, no mantuvo ninguna reunión de trabajo con el mediador de la ONU, lo que difiere del ritmo habitual de las negociaciones.
Sobre el rol de Rusia, Hariri indicó que mañana transmitirán a Gatilov la necesidad de que su país ejerza influencia sobre el régimen sirio, así como sobre las milicias iraníes que le apoyan, para que respeten el acuerdo de alto el fuego del 30 de diciembre de 2016.
En su intervención, el jefe negociador repitió alguna acusaciones que había lanzado en la víspera contra el Gobierno de Al Asad, al que acusó de ser responsable de la muerte de cerca de 880 personas desde que el proceso de paz se reanudó a mediados de febrero, tras un año de pausa forzada por desacuerdos extremos.
Asimismo, le acusó de ser responsable de nuevos desplazamientos forzados, de limpieza étnica y de continuar con bombardeos aéreos sobre las provincias de Homs, Daraa, Alepo y los alrededores de Damasco.