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Paula Rodríguez (29) ama con la misma intensidad el bajo y el contrabajo. Se formó en el Conservatorio Nacional de Música (Conamu), y en países como Argentina, Perú, España y Brasil, además de participar en talleres con maestros extranjeros que vinieron al país.
“Arranqué con el bajo eléctrico a los 10 años con un profesor particular, luego a los 11 ingresé al Conservatorio Nacional de Música, donde terminé la carrera de bajo. Inmediatamente comencé a estudiar contrabajo, por recomendación de varios profesores que me alentaron a hacerlo, también en el Conservatorio Nacional y luego de manera particular con varios profesores”, dice Paula.
Agrega que le aconsejaron estudiar contrabajo por la similitud de este instrumento con el bajo que ya tenía aprendido. “Al principio acepté para poder ingresar a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), ese fue el gancho, y así asegurarme un trabajo remunerado mensualmente”, confiesa Rodríguez, quien estuvo en esta agrupación durante siete años.
Origen. La contrabajista detalla que sus inicios en la música fueron con su hermano, quien estudió guitarra, aunque luego se enteró que su madre “tomó alguna que otra clase de arpa” siendo niña, y su padre “acostumbraba cantar temas folclóricos en su ciudad, Tucumán, cuna de varios músicos y poetas folcloristas”. “La música significa todo para mí, no me imagino haciendo otra cosa, muy a pesar de mi licenciatura en Periodismo”, declara Rodríguez.
Añade que la gente muchas veces la mira con extrañeza al verla con el contrabajo. “Siempre impresiona el hecho que sea un instrumento tan grande y yo tan pequeña y encima mujer, lo cual es positivo, ya que por eso surgen laburos muchas veces. Me encanta que más mujeres se animen a estudiarlo, ya no me siento tan sola y fenomenoide”, dice entre risas Paula.
Admite que aprender el contrabajo es difícil, porque es un instrumento “súpergrande y cuesta más económicamente”, aunque aclara que hoy existen muchos más conservatorios para estudiar, y más posibilidades de acceder al instrumento.
“Les digo que se animen a estudiar. No hay que desanimarse, lo genial del contrabajo es que es un instrumento clásico y popular en potencia, se puede tocar desde barroco hasta folclore y rock. Uno puede ir descubriendo lo que le gusta”, refiere Paula.
Gustos. La contrabajista también habla de los estilos musicales que le gustan más, y cita al folclore en primer lugar, y “luego todo lo demás”. “Creo que no existe ningún estilo musical que me disguste. Me gusta el folclore paraguayo y de todo el mundo, la música que tiene sus raíces populares”, señala.
Rodríguez recuerda que su primer disco, Bajo Paraguay, se lanzó en el 2010, y sobre sus próximos planes adelanta que lo prioritario es lanzar este año un segundo material solista.
“Vivo de la música, no me costó llegar a este punto, creo que soy bastante afortunada. Soy feliz con lo que hago. No cambiaría para nada este modo de vida. Hoy en día soy freelance, no hay nada mejor que ser dueño de tu tiempo y ser tu jefe”, expresa Paula.