20 abr. 2024

La creatividad de los dramaturgos jóvenes refresca el teatro paraguayo

Una camada de jóvenes se dedican actualmente a escribir libretos de obras teatrales en nuestro país. Un trabajo que consideran “desafiante”. Así lo cuentan Marcos Díaz, Daniel Gómez y Jorge Fernández.

Renovación.  Jorge Fernández  presentó  Madre Tierra,  un tributo  a la mujer paraguaya en su labor de salvar al país en la Guerra Grande.

Renovación. Jorge Fernández presentó Madre Tierra, un tributo a la mujer paraguaya en su labor de salvar al país en la Guerra Grande.

Sergio Noe

Tres jóvenes paraguayos que no superan las tres décadas coinciden que dedicarse a escribir libretos no es una tarea fácil, pero sí “desafiante” y “apasionante”, dentro de un mercado teatral pequeño y que requiere ver propuestas nuevas y diferentes.

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Uno de ellos es el actor Marcos Díaz (27). Escribió y produjo comedias sobre problemáticas actuales, como Le chuské (2013), A la bartola (2014) y Las buenas y las malas (2015 y 2016) para finalmente presentar Casi casi una familia normal, estrenada recientemente y con funciones este fin de semana.

Sus primeras obras los produjo solo, y dependiendo de la receptividad del público, añadía más funciones. “Con mi cuarta obra logré una gran repercusión, quizás por las figuras conocidas del elenco, como Carlitos Ortellado o figuras de la talla de Jesús Pérez, Myriam Sienra y otros”, señala.

Reconoce que el talento para escribir obras teatrales le es innato. Asegura que usa su creatividad para “transformarla en una obra de arte”, pese a que “la comedia es lo más difícil”. Escribir va de la mano con la inspiración, ya que una obra puede terminarse en tres días o hasta dos meses, según afirma. “Luego, montar la obra es más desafiante”, detalla.

CREATIVOS. Otro talento juvenil es Daniel Gómez (30). Redactaba cuentos y poemas hasta que en el 2016 escribió y dirigió Fábula para adultos, una obra de 20 minutos estrenada este año. “Me sentí satisfecho con el resultado de la puesta y eso me impulsó a seguir escribiendo”, revela.

A inicios del 2017, preparó una obra más extensa A punta de caramelo, en una temporada “que gustó mucho al público”, según recuerda.

Tras estas experiencias, fue contratado por el Conacyt para escribir el guion de dos obras cortas infantiles de temática de ciencias, como El señor y la señora Curie, y El pequeño y curioso Albert. Ahora, es dramaturgo y director de Entrevista de trabajo, una microtragicomedia de 15 minutos que es parte del ciclo Teatro Mbyky, que culmina este domingo, en El Granel. “Me encanta escribir y lo seguiré haciendo más por una aspiración personal. Es lindo ver el trabajo materializado, que deje un mensaje y tenga repercusión”, expresa Gómez, al tiempo de alentar a jóvenes a ser más “osados” para lanzarse a la creación de libretos y prepararse profesionalmente.

“La movida en el teatro local es aún pequeña y hay pocas personas que escriben. En tanto, hay mucho talento que no siempre tiene oportunidad para mostrar su trabajo. Se requiere de gran capacidad de autogestión para materializar proyectos escénicos”, sostiene Daniel.

Aclara que por una cuestión económica, el dramaturgo termina dirigiendo, actuando y realizando múltiples tareas escénicas. “Hay una nueva generación con ideas y ganas de emprender en teatro”, aduce.

Otro joven talento de la nueva generación es Jorge Fernández (26). Escribió tres obras, dos de ellas de tinte nacional –Madre Tierra y Chaco–, y una tercera con tono de comedia, estrenadas este año. En el ciclo Teatro Mbyky, presenta Sedulogía, una de las comedias breves del proyecto en el que participan otros jóvenes dramaturgos.

“Con Teatro Mbyky exploramos el campo de la dramaturgia para crear nuevos textos para el teatro local”, señala Fernández.

“A la hora de escribir, apunto todas mis ideas. Luego las corrijo. Para el montaje, el libreto vuelve a sufrir cambios”, dice sobre su proceso creativo, que continúa con un montaje “a puro pulmón”. Considera que con la proliferación de escuelas de teatro, se suman más talentos al rubro, lo cual oxigena la cartelera. “Se volvió menos difícil hacer teatro, pero no más fácil”, aclara Jorge.

Apunta que no hay un mercado teatral como en Argentina que llena sus salas hasta los lunes. “Como el mercado es pequeño y los lugares existentes son muy costosos, recurrimos a espacios alternativos. Esto tendrá auge, por sus bajos costos”, adelanta Fernández, y añade que es clave consumir el trabajo de los jóvenes, “que vienen con historias frescas, contemporáneas y nada acartonadas”. Dentro de la nueva generación también escriben y montan obras Jorge Báez, Hugo Robles, Nelson de Santaní, Paola Irún, Diana Frutos, y otros más.


Me sentí satisfecho con el resultado de la puesta y eso me impulsó a seguir escribiendo. Daniel Gómez

Escribir va de la mano con la inspiración, ya que una obra puede terminarse en tres días o hasta dos meses. Luego, montar la obra es más desafiante. Marcos Díaz

Los jóvenes dramaturgos vienen con historias frescas, contemporáneas y nada acartonadas. Jorge Fernández