Por Darío Arámbulo
@derryarambulo
El fenómeno de las muertes de personas jóvenes y menores de edad se ha convertido en un problema inmenso para América Latina. En Paraguay no es la excepción, ya que el juvenicidio (muerte violenta de un joven o menor de edad) ha aumentado en los últimos tres años y ha llegado a representar el 40 por ciento de la tasa de homicidios en el 2015.
Este concepto fue mencionado por primera vez por el mexicano José Manuel Valenzuela, que ha estudiado este fenómeno en México con el asesinato masivo de 43 jóvenes en Ayotzinapa, los falsos positivos de Colombia, las limpiezas sociales de las favelas brasileñas y otras experiencias. Es a partir de ahí donde se utiliza la palabra juvenicidio, que abarca el análisis de muertes de niños, adolescentes y jóvenes como fenómeno.
Penosamente, en nuestro país no existe desde la academia el estudio del fenómeno de las muertes, pero no deja de ser preocupante lo que está ocurriendo.
El asesinato de los jóvenes se da principalmente en circuitos sociales de precarización económica, educacional y de justicia. El doctor Pablo Vommaro, de Argentina, mencionó en una cumbre en México que el juvenicidio en América Latina está más invisibilizado que los feminicidios.
REALIDAD. Datos del Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana indican que en el 2015 se produjo un total de 617 homicidios dolosos, con un total de 248 víctimas de personas no mayores de 29 años.
Si observamos solo el año 2015, el juvenicidio representa el 40,2% de las muertes violentas en Paraguay. Pero si realizamos las comparaciones, observamos que el año pasado presenta dos puntos claves: en primer lugar, registra el mayor número de muertes anuales de los últimos tres años, y en un segundo lugar el quiebre del descenso en tendencia de la tasa de homicidios, donde vuelve a subir a un 8,81 por ciento.
En Paraguay, en los últimos tres años se registraron 686 homicidios dolosos.
Además, si observamos solamente la franja de muertes, y lo pensamos como juvenicidio, se ve que desde el 2013 el asesinato violento no baja del 30 por ciento las víctimas menores, adolescentes y jóvenes.
En el 2013 se llegó al 37,7 por ciento del total de muertes, y en el 2014 llegó al 36,3, el año pasado ascendió al 40,2 por ciento.
