Los llamaron y ahí se fueron. El Papa les dijo que hagan lío, que se organicen, y ahí los tienen. Los jóvenes paraguayos sellaron su compromiso ayer de trabajar por la renovación de una Iglesia que viene golpeada desde los últimos años, por escándalos sexuales.
Movidos por las palabras del papa Francisco decidieron “no callar” lo que “nos duele” y debe cambiar en la vida social y religiosa.
La parte del manifiesto juvenil, que traerá cola, estuvo dirigida a las autoridades eclesiales porque repudiaron “la incoherencia de vida de algunos sacerdotes y agentes pastorales”.
Félix Escobar, coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, leyó el documento que expresa que “los jóvenes somos testigos de algunos pastores que cada día más pierden el sentido y la gracia que han recibido ocupándose más de sus intereses personales que de la comunidad de los fieles”.
El duro mensaje fue dado en la explanada de la Basílica antes de la homilía de la misa presidida por monseñor Ricardo Valenzuela.
La preocupación de los jóvenes también se da en el orden de la educación y la injerencia política. “Nos duele la educación secuestrada por la política sectaria y por tanto tiempo postergada a causa de inversión insuficiente a todas luces, porque se tuvo que distraer recursos para privilegiados de la clase política y a sus socios empresarios en la corrupción”.
Enfatizaron que “a causa de esto, y a pesar de los esfuerzos de muchos buenos docentes y administradores, se hace poco para aplicar las medidas oportunas para mejorar la calidad de la educación”. Expresaron su dolor porque los jóvenes salen a las calles a “manifestarse para que cambien a ministros y rectores, sin que haya cambiado nada. La mentalidad sigue y opera por lo bajo en cada funcionario corrupto o cómplice”, dispararon.
Inseguridad y corrupción. En el manifiesto, además, los jóvenes atacaron la inseguridad que se sufre en las calles “a toda hora”. “A veces policías que nos deberían proteger nos piden dinero para no involucrarnos en delitos inexistentes”.
Aparte de clamar por la libertad de los secuestrados por el EPP, achacaron también la corrupción que impera entre los servidores públicos, quienes incurren en el uso indebido de los fondos públicos que deben ser destinados para la educación y salud.
Compromiso. En contrapartida, los jóvenes se comprometieron a fomentar la “vida con valores” y a promocionar “el modelo de joven con fe, que no tiene miedo” y que abundan, pero que el tema es que no se promociona, remató el líder de la Pastoral Juvenil.