A los 23 años, la joven pesaba más de 170 kilos, sin embargo decidió darle un cambio a su vida, no solo bajar de peso, sino cambiar sus hábitos, informó el portal El Diario Vasco.
Fue entonces cuando Simone decidió crearse una cuenta en Instagram y retratar el proceso que duró un año, hasta que alcanzó el peso saludable y se sintió realmente como quería.
Sin embargo, en esta red muchas personas la criticaban, diciendo que sus fotos no eran reales y que el proceso no fue natural, entonces ella demostró que la vida de una persona que sufre de obesidad mórbida no es fácil.
“Era el momento de hacer algo al respecto y sentí que utilizando Instagram sería la forma de comprometerme verdaderamente. Simplemente creé la cuenta para mí, no para nadie más. Con el tiempo empezó a recibir mucha atención, pero esa no fue mi intención inicial”, confesó Anderson.
Informó que además de realizar dietas y ejercicios de forma diaria y estricta, se sometió a un tratamiento de balón gástrico en el 2014 y cambió de forma gradual su estilo de vida. También tuvo una cirugía de manga gástrica, una abdominoplastia, un levantamiento y aumento de senos.