“Me dispararon, me dispararon”, gritaba desesperado Carlos Javier Bernal (20), poco después de haber sido víctima de un asalto, en el barrio Ypatî, de Villa Elisa, en la noche del martes. Ayer fue intervenido quirúrgicamente en la parte del hígado y sigue grave.
El joven, que volvía de su trabajo y estaba a escasas cuadras de su vivienda, se sentó en un sillón, frente a un comercio ubicado sobre la calle Primero de Mayo y pidió ser auxiliado, ya casi perdiendo el conocimiento. “Ya no puedo pensar”, decía con dificultad, según explicó Blanca Aguilera, dueña de una heladería, en cuyo frente se produjo el asalto. “Solamente se sentó en este sillón, no sangraba nada, pero se notaba que ya perdía el conocimiento. Dio el número de teléfono de su mamá, pero parece que dio mal, porque probamos y no funcionaba”, expresó la mujer que admitió que es la primera vez que vive una situación similar y todavía no salía del susto que vivió.
Imágenes de cámaras de circuito cerrado, que ya están siendo analizadas por los investigadores, revelan que alrededor de las 20.40 pasaron dos hombres en una motocicleta negra: uno de ellos con kepis y el otro, el que iba de acompañante, con una capucha. Los motochorros, al parecer, ya habían identificado a su víctima, que segundos después aparece en la imagen, caminando y manipulando un teléfono celular.
No pasó un minuto para que se vea que el acompañante baja de la motocicleta y dispara al joven que queda tendido en el piso. Luego, el que efectuó el disparo sube a la motocicleta y huyen del lugar. Todo eso pasó a las 20.41.
testigo. Gabino Amarilla, chofer de colectivos de la empresa Nasa, cuyo taller se encuentra en la esquina donde ocurrieron los hechos, expresó que fue alertado de la situación por su hija, ya que el hombre tiene su vivienda a metros de donde se produjo el asalto y fue él quien auxilió al joven, pero antes tuvo que tomar una decisión. “Yo vi cuando pasaron los motochorros, como si nada hubiera pasado; tenía ganas de llevarles por delante, pero tuve que ir a socorrer al muchacho porque nadie se animaba a llevarle al hospital”, explicó el hombre, que llevó al joven herido al hospital de Villa Elisa y luego lo trasladaron al Hospital del Trauma, donde aún se encuentra internado.
Gabino añadió que mantiene contacto con los familiares del herido y aseguró que tiene intenciones de ir hasta la ex Emergencias Médicas, para donarle sangre.
Por un celular. Alice Díaz, la esposa de Bernal, que está embarazada de 7 meses y medio, entre llantos, lamentó la ola de violencia que vive nuestro país y la impunidad con que actúan los motoasaltantes. Admitió que si llega a tener enfrente a los agresores de su marido, les preguntaría si un celular vale para truncar la vida de un ser humano. "¿Cuánto puede valer una vida para estas personas? ¡Un celular!”, decía la joven futura mamá frente al Hospital del Trauma, donde esperaba por noticias de la salud de su marido. “Conociendo a Carlos, él no se iba a resistir, agarraron el celular e igual le dispararon”, agregó.