La película, a estrenarse el próximo 25 de mayo en España, muestra al icónico pirata interpretado por Johnny Depp perseguido por Salazar y su tropa de fantasmas, dispuestos a limpiar los mares de personajes como el suyo.
“En aquella época muchos de los capitanes de la armada española eran del sur”, explica Bardem sobre los guiños con los que construyó su papel y sobre la propia elección del nombre, con una zeta señala, elegida expresamente porque a los extranjeros les “cuesta mucho” y les atraganta pronunciarla.
Con una caracterización que vuelve a dejarle irreconocible, el actor de No es país para viejos, ahora se prestó al juego sabedor de que el aspecto y el lenguaje corporal, “que inconscientemente nos representa”, son importantes y “una de las muchas cosas a las que hay que prestar atención”.
Opción. El productor del filme, Jerry Bruckheimer, subraya que Bardem fue su única opción. “No solo es un actor brillante y oscarizado”, sino también una persona “maravillosa y creativa, que en tres horas de maquillaje no se queja nunca”.
Su duelo en el cine con Depp, alguien con “habilidad excelente para transformarse en los personajes”, “supergeneroso, divertido y atento”, según Javier, supuso igualmente para los dos directores, Joachim Ronning y Espen Sandberg, “un privilegio”. Rodada a cuatro manos por los dos noruegos, los cineastas buscaron retornar a la esencia de la primera cinta, mezclando espectáculo, acción, humor y suspenso.EFE