Anteriormente, era la Itaipú la que realizaba el proceso de contratación, pero luego derivó la responsabilidad a Tesãi. La compañía Servicio Integral Médico SA (SIME) era la que brindaba la prestación, pero su contrato fue cancelado anticipadamente por la fundación. El contrato tenía un plazo total de 16 meses, pero se rescindió a los seis.
Cristaldo explicó que tenía la información de que el contrato entre Itaipú y SIME había vencido y que luego, tras derivar el proceso a Tesãi, recién se contrató a Chaco’i en forma directa. Mencionó que el escenario cambia si es que efectivamente hubo anticipación en la rescisión de contrato por parte de Tesãi, por lo que amerita revisar el caso. No obstante, dijo que la fundación sí tiene la atribución de contratar directamente y no necesariamente debe haber una licitación.
“La empresa (Chaco’i) que ahora está haciendo esa tarea no está registrada con nosotros. Habrá que ver si en la Dirección de Establecimientos de Salud ellos tienen la habilitación, que la da el Ministerio de Salud”, comentó.
INCERTIDUMBRE. Para la Cámara de Instituciones Médicas Asistenciales del Paraguay (Cimap), el hecho de no estar registrada en la Superintendencia de Salud es un factor determinante a la hora de ser contratada por las instituciones, sean públicas o privadas.
Alexandra Garcete, presidenta del gremio, dijo que lo ideal sería que se hagan licitaciones para que exista mayor transparencia en los procesos.
Roberto Almirón, vicepresidente de SIME, ratificó que su compañía licitó y que además el registro de la Superintendencia era una exigencia de la Itaipú para ser adjudicada.