La torrencial lluvia caída en Asunción y alrededores agravó el éxodo de familias en los bañados de Asunción. A su vez, en Limpio, Capiatá, San Lorenzo y Lambaré, el desborde de arroyos generó destrozos y susto a su paso.
Casi 100 milímetros de agua cayó desde la noche del sábado y madrugada del domingo en capital. Esto empujó a centenares de familias bañadenses a una evacuación desesperada para salvar sus pertenencias ante el avance del río Paraguay que subió repentinamente 26 cm ayer y trepó a una altura de 5,28 m en toda la ribera.
ABANDONO. El Municipio capitalino contabilizó 313 evacuados de los bañados Sur y Norte. En ambos sectores, los afectados reclamaron la ausencia de asistencia para salir del agua y la falta de materiales para levantar refugios. En la zona del Banco San Miguel, una treintena de familias cerraron Artigas para exigir la apertura de un lugar donde instalar los albergues. En total, suman 712 familias evacuadas en ambas riberas del lecho fluvial.
En Nanawa, 40 familias emprendieron una rauda evacuación en vehículos particulares.
RESCATE. Varias familias fueron rescatadas en medio del desborde del arroyo Capiatá, a la altura del km 21 de la compañía Rojas Cañada. El más dramático se dio cuando agentes de la Unidad de Rescate tuvieron que salvar a una familia compuesta por un bebé de 3 meses y un niño de 4 años. Además, el padre de esa familia tuvo que ser sacado en camilla, pues estaba con diversas heridas producidas por un accidente de motocicleta.
En Limpio, otra vez el desborde del arroyo Ytay anegó unas 70 casas en una extensión de cuatro cuadras, en cercanías del cauce hídrico.
En San Lorenzo y Lambaré, la copiosa lluvia ocasionó raudales que colmaron durante la mañana numerosas arterias.
La fuerza del arroyo Lambaré ocasionó desmoronamiento de tierra en varios puntos y hasta un contenedor de basura arrastró el torrente de agua.