Un partido trabado con escasas situaciones, en el que el local no supo aprovechar sus situaciones, teniendo en cuenta las desprolijidades e imprecisiones de la visita.
Los dirigidos por Pérez encararon con mayor actitud el encuentro, pues necesitaban de los puntos para tratar de salir de la última posición. Manejaron los tiempos, crearon situaciones, pero Cristian Bogado, quien se encargó en arrastrar la marca y crear las mayores oportunidades, no logró conectarse casi nunca con Escobar.
sin ritmo. A su vez, la falta de ritmo de Piris Da Motta se hizo visible en varios lapsos del partido, aunque no opacó su calidad para clarificar y cortar jugadas en el medio.
Por su parte, lo del Auriazul fue inexpresivo, sin ideas y bastante impreciso en los pases a la hora de pisar el área rival; en el primer tiempo no consiguió inquietar la portería de Vargas.
En el complemento con más ganas que buen fútbol inclinó la cancha, adelantando las líneas y tratando de golpear con remates de media distancia y con jugadas elaboradas que no llegaron al objetivo. El 0-0 fue merecido.
