“En lugar de estar presas y de devolver todo lo robado, estas delincuentes recurren a la Justicia cómplice para solicitar que esa justicia corrupta y venal les conceda el derecho a seguir robándonos...”, posteó Waldo Fernández, uno de los internautas que acostumbra leer ÚH.
Las hermanas Silveira habían sido destituidas de la institución en octubre pasado por evidencia de la falta permanente en sus lugares de trabajo. Clara es esposa del abogado Manuel Radice, quien también se desempeñaba como asesor del ministro del TSJE, el liberal Alberto Ramírez Zambonini.
Ambas mujeres presentaron la demanda contra el TSJE ante el Tribunal de Cuentas y reclaman el pago de los salarios caídos, reposición en el cargo, indemnización y que todos los gastos del juicio paguen los ministros electorales Jaime Bestard y María Elena Wapenka. Estos habían firmado la destitución de las ahora demandantes. En tanto que Ramírez Zambonini, quien había avalado la contratación de ambas mujeres y otras personas allegadas al servicio de Radice, había disentido, alegando que primeramente se tiene que someter a ambas a un sumario administrativo.
“Que devuelvan lo robado y que se mantengan alejadas de cualquier cargo público ¡de por vida!”, opinó Graciela Fernández, otra ciudadana.
“Espectacular: El derecho de ser planillera ya es derecho adquirido”, posteó Mario Chamorro, sobre la noticia que protagonizan las hermanas Silveira, cuya madre, Ana Catalina Arza, también había sido nombrada como funcionaria de la Justicia Electoral.
“Supongo que es broma de mal gusto”, expresó María Elisa Antúnez sobre la intención de las Silveira de volver a la institución. “Inverosímil. Solo en Paraguay”, posteó a su vez Patricia Moscarda. “Su nivel de caradurez no tiene límites”, expresó Esteban Aguilera.
Según reportes de entrada y salida al país, al mes de haber sido nombrada Clara como asesora del TSJE, ya estaba saliendo fuera del país un lunes, pleno día laboral. Su hermana Gloria fue nombrada en la institución cuando aún estaba en el colegio.