09 ago. 2025

Impulsan catequesis inclusiva para los jóvenes con alguna discapacidad

Chicos con discapacidad se unieron a sus pares sin dificultades para la formación espiritual. El objetivo es superar prejuicios y que las personas aprendan a relacionarse con los demás en todos los ámbitos.

Presentación.  Andrea (blusa turquesa) participó  en su primera clase inclusiva.

Presentación. Andrea (blusa turquesa) participó en su primera clase inclusiva.

El bullicio a su alrededor no parece molestarla. No es para nada tímida, pero mantiene siempre la cabeza agachada y, cada tanto, cuando las palabras a su alrededor son dignas de su atención, se desenmarca de ese estado casi imperturbable en medio de la gente, inclina levemente la cabeza; se concentra. Andrea va a la parroquia y quiere conocer a la persona que habla. ¿Cómo te llamás?, pregunta enérgicamente al no reconocer una voz.

La joven cumplió 21 años, pero aparenta mucho menos. Tiene una discapacidad visual e intelectual, y espera con un grupo de niñas –en la explanada de la parroquia San Roque González de Santa Cruz de Asunción– que culmine la misa.

Andrea es una de las seis adolescentes que participan desde el año pasado de la catequesis especial, que ahora se desarrolla en su etapa inclusiva; es decir, estos jóvenes acompañarán en los encuentros a las personas sin discapacidad.

La Hna. Nadia Martínez, de las Siervas de la Divina Providencia, explica que la catequesis inclusiva es difícil, no tanto para las personas con discapacidad, sino para quienes no tienen dificultades y para los papás que creen que a estos niños o jóvenes se los debe apartar y darles una enseñanza diferente.

“Ya hice mi primera comunión y comí el pan de vida que me invitaron para conocer a Dios”, afirma Andrea, quien, a diferencia de Angélica e Isabel, no se ahorra las palabras cuando escucha a la Hna. Nidia y a la catequista Laura Pineda, quienes la reciben antes de unirse al grupo con el que recibirá la Confirmación.

Las catequistas que acompañan la formación espiritual de estas jóvenes fueron capacitadas especialmente para estar junto a ellas y darles mucho amor. “Es un desafío para todos”, resalta la Hna. Nadia.