Rosalba Ávalos acabó la celebración del Día de la Madre a la intemperie en compañía de su hijo, Alcides Bordón. Alrededor de las 19.00 del lunes 15, llegaron de Villeta a Sajonia para aguardar en la vereda de la Facultad, preocupados de quedar fuera del cupo máximo fijado para el curso de ingreso.
Ayer, desde las primeras horas de la mañana, centenares de jóvenes –y sus padres– se agolparon frente a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM-UNA) en el primer día de inscripción al Curso Propedéutico de Admisión (CPA). Muchos, como Rosalba y su hijo, amanecieron en la calle para asegurarse un lugar dentro del límite establecido ante la falta de recursos y de infraestructura edilicia.
Para las autoridades de la institución, esta “situación de confusión fue innecesaria”, debido a que “nunca en la historia” se superó la cantidad de 1.000 interesados a la carrera de Medicina. No obstante, admitieron en la víspera –durante una rueda de prensa convocada para el efecto– que existe un escenario nuevo que puede quebrar esta tendencia: arancel más bajo y cierre de universidades privadas, principalmente, en el interior del país.
Desde este año se redujo exponencialmente el arancel del curso de admisión, cuyo costo total es de G. 750.000, a diferencia de los poco más de G. 3 millones del año pasado.
Ayer, sumaban cerca de 600 postulantes al mediodía, que querían inscribirse en Sajonia. Lo propio ocurría en la filial de Santa Rosa del Aguaray.
Es por esto que se resolvió implementar un examen de preselección en caso de que se supere el límite señalado (ver infografía). “Vimos que en los cursillos privados uno tiene 640 postulantes, otro tiene 600 y otro 400. Si todos esos postulantes quieren acceder a la carrera de Medicina, 1.000 es insuficiente”, apuntó la Dra. Elvira Giménez, directora de Admisión de la FCM, sobre la capacidad límite que tiene la institución en la sede central.
