FRANCFORT - ALEMANIA
Las diócesis católicas en Alemania ocultan millones de euros en activos, según una investigación publicada ayer por el semanario Der Spiegel en un momento en que el opulento estilo de vida de un obispo alemán provocó el escándalo. Solo el año pasado recibió 5.200 millones de euros de los impuestos de sus fieles.
En Alemania, los contribuyentes tienen que declarar si son católicos, protestantes o ninguno de los dos. Los creyentes ven su impuesto sobre la renta gravado entre un 8% y un 10% más, en función del Estado, y los ingresos se envían a las respectivas iglesias.
Los 23 millones de alemanes que indicaron ser católicos entregaron a la Iglesia 5.200 millones de euros en impuestos en 2012. Además, la Iglesia también recaba fondos gracias a los servicios educativos que presta, por donaciones o por las rentas de propiedades e inversiones.
El obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, a cargo de la pudiente diócesis de Limburgo, fue criticado por gastar millones en un edificio con habitaciones privadas para él.
Su diócesis recibió unos 300 millones de euros (411 millones de dólares) en los últimos 65 años procedentes de un impuesto religioso y el dinero fue a parar a estructuras financieras opacas, informó Der Spiegel.
DESCONOCEN. El semanario indicó que en las acomodadas archidiócesis de Colonia, Frisinga y Múnich “los propios directores financieros no saben cuántos activos poseen sus archidiócesis”.
El escándalo que salpica al obispo de Limburgo llevó en los últimos días a varias diócesis alemanas a hacer públicos sus activos en un intento por mostrar transparencia y disipar las sospechas sobre su riqueza.
Todavía se desconoce cuál será el destino del obispo de Limburgo, pero el papa Francisco se reunió la semana pasada con el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Robert Zollitsch, para tratar el tema.
Si fue la canciller Angela Merkel quien clamó estos días contra el despilfarro del obispo limburgués Franz-Peter, la oposición, con los socialdemócratas y Los Verdes a la cabeza, exigió una mayor claridad en las cuentas de la Iglesia teutona. Se avecina una glasnost en Alemania seguro verá con buenos ojos el Papa.