14 may. 2025

Hija de vendedor de zapatos en la revuelta que tumbó a ministra

Se llama Camila Benítez, tiene 17 años y es una de las líderes de la rebelión que hizo sucumbir a la renunciante titular del MEC, Marta Lafuente. Su papá vende zapatos en el Mercado 4.

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Solo en democracia y con la unidad de la gente, en este caso los estudiantes, pueden ocurrir este tipo de hechos históricos: que la hija de un vendedor de zapatos encabece una revuelta que termina con la renuncia de una ministra de gobierno.

Pese a que cuenta con el apoyo incondicional de su padre, ella no le avisó lo que estaba planeando hacer junto a otros nueve compañeros de la Organización Nacional de Estudiantes (ONE): atrincherarse en un aula del Colegio Rca. Argentina hasta que la titular del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) deje el cargo.

Arturo Benítez, papá de Camila, exteriorizando emoción y temor, manifestó: “Estoy muy emocionado, con un poco de miedo también, pero estoy muy orgulloso de mi hija por todo esto”.

Si bien siempre la apoyó –dijo– en su militancia estudiantil, al punto de tener que ir a buscarla de madrugada de las reuniones gremiales, le tomó por asalto la noticia de que su niña estaba en una rebelión.

“Para mí fue toda una sorpresa. Sentí miedo al principio cuando vi a los cascos azules” , confesó sobre los uniformados que estuvieron a un tris de ingresar a la institución para dispersar el amotinamiento.

“Ella es la del medio y la más tremenda. Tiene carácter fuerte; pero es luchadora, siempre fue así", apuntó en alusión a Camila, que preside el Centro de Estudiantes del Colegio Fernando de la Mora.

Su papá hace unos 25 años tiene un puesto de venta en el Mercado 4. “Ella hace poco estuvo trabajando en el puesto, porque me ausenté por problemas de salud”, contó Arturo minutos después de conocerse, ayer, la dimisión de Lafuente entre la algarabía general de más de medio millar de alumnos secundarios apostados frente al Rca. Argentina.

Caradura. Como muestra de su osadía, Camila tildó de caradura a la ex ministra de Educación. “Con mucho respeto le digo que es usted una caradura. Si no cometió ningún delito no hubiésemos estado aquí; porque si el río suena es porque piedras lleva. Se descubrieron varios de sus delitos, por algo reaccionamos”, disparó la dirigente de 17 años frente a la multitud de púberes, tras haber escuchado el descargo de la saliente secretaria de Estado. “Somos jóvenes humildes, no tenemos dinero para desperdiciar; para ir a cada rato a dialogar con usted y para que nos ignore”, apuntó sobre los infructuosos encuentros en las mesas técnicas abiertas por el MEC.

La vocera de la rebelión estudiantil, no obstante, se mostró agradecida: “Gracias por tener un poquito de dignidad y renunciar”.