26 abr. 2024

“Hay que renovar la clase política que permanece desde hace 25 años”

Especialista en proceso de reforma judicial, ahora busca una banca en el Congreso. En su programa legislativo, plantea la reforma judicial, el tema de seguridad del país y establecer mecanismos para fortalecer el combate a la corrupción.

Desafíos.  Rivas acompañó el proceso de reforma judicial  y ahora quiere llegar al Senado.

Desafíos. Rivas acompañó el proceso de reforma judicial y ahora quiere llegar al Senado.

Roberto Santander

@Santander_Rober

La doctora María Victoria Rivas tiene una amplia trayectoria en la sociedad civil y acompañó el proceso de debate sobre la reforma del Poder Judicial. Hoy emprende otro desafío en la arena política. Aceptó la propuesta de ser precandidata a senadora por el Partido Patria Querida (PPQ).

–¿Desde esta experiencia como especialista en tema judicial, se plantean varios cambios en la estructura?

–Desde la sociedad civil venimos denunciando malos manejos del funcionamiento institucional y venimos dando propuestas técnicas tanto a la Corte como a la Comisión Nacional de Reforma Judicial, donde estuvimos trabajando. En todas las investigaciones y propuestas del Centro de Estudios Judiciales, como la separación de funciones administrativas, jurisdiccionales de la Corte, que se tomaron como un debate público, se está avanzando hacia ahí.

–¿Se plantea la necesidad de cambio del modelo de despacho?

–Venimos insistiendo desde hace bastante tiempo que este modelo de despacho de funcionamiento que tenemos es un modelo colonial. Toda la organización se centra en la figura del juez que ha generado una mala utilización de los recursos. ¿Por qué? Porque la respuesta que le da el Poder Judicial a la mora judicial es la creación de cargos. Lo que está haciendo la Corte cada vez que crea un cargo es replicar un modelo ineficiente.

–Hay denuncias de despilfarro de recursos públicos.

–Empezamos a hacer advertencias del despilfarro de dinero del Poder Judicial con los Palacios de Justicia. Los Palacios de Justicia son verdaderos elefantes blancos. Las infraestructuras que tienen en las cabeceras departamentales no justifican los pocos casos y conflictos que se manejan en estas circunscripciones. Concepción tiene una infraestructura edilicia y no maneja más de 500 casos en toda la circunscripción. Paraguay en todo su territorio maneja 229.000 conflictos de todas las jurisdicciones. Esto abre puerta a la corrupción y priorización del gasto del Poder Judicial.

–¿Hay una mala administración del Poder Judicial?

–Los ministros se dividen el control del Poder Judicial, entendiéndose una mala superintendencia por circunscripciones. Entonces hay una competencia del ministro de querer hacer más edificios cuando que el problema real está en las respuestas que deben dar a la gente.

–¿Qué le motivó a ingresar a la arena política?

–Trabajar en estos temas y tratar de encontrar respuestas a varios de ellos y no hacerlo genera un desánimo muy fuerte. No solamente de parte de nosotros, sino de toda la sociedad. Creo que la clase política no ha demostrado ningún compromiso político de solucionar ninguno de los graves problemas que tiene el funcionamiento del país.

–¿Cree que los nuevos rostros pueden ayudar a renovar la clase política?

–Hay que renovar la clase política, que no lo hace desde hace 25 años. Les tenemos a los mismos actores políticos. Si uno observa y escucha la lista de los futuros integrantes del Senado y partidos tradicionales se ve que son los mismos que vienen mamando del presupuesto público sin dar ninguna suerte de propuesta de mejoramiento y lo más grave es que no han asumido un compromiso político, ético, con la sociedad paraguaya.

–¿El Congreso es una de las instituciones menos creíbles en la sociedad?

–El Parlamento junto con el Poder Judicial son los dos poderes del Estado que más vienen decepcionando a la sociedad paraguaya. Uno es consciente de las debilidades que tenemos en el funcionamiento de todo el Estado paraguayo, pero cuando uno mira desde afuera cree que puede resolver ciertas cosas que ni siquiera son complejas. Solo falta compromiso político y desmontar ciertos intereses que están detrás de las grandes reformas que necesita Paraguay. Hay que ser conscientes de que con esta misma gente lo que vamos a hacer es ir hundiendo el país.

–Se cuestiona la influencia política en la Justicia...

–La Constitución diseñó un contrapeso entre los tres poderes del Estado que en este momento está haciendo aguas. En ese contrapeso se incorpora al Parlamento como mecanismo de control a varios estamentos que están vinculados al Poder Judicial y decisiones que hacen al funcionamiento del Ejecutivo. Hay que diseñar un nuevo modelo.

–¿Qué implica este nuevo modelo?

–Tenemos que definir si queremos un modelo presidencialista. Hay que disminuir la injerencia del Parlamento en ciertos órganos como el Consejo de la Magistratura, el Jurado de Enjuiciamiento. El Parlamento debe controlar la calidad de ciertas designaciones como el fiscal general del Estado y el Consejo de la Magistratura. Pero no tiene por qué inmiscuirse en la elección de jueces ni otros fiscales que forman parte de la estructura. Hay que mirar un nuevo modelo de designación de fiscal general y ministros de Corte.

–¿Apoya la idea de reforma constitucional?

–Estoy convencida de que hay que avanzar en una nueva reforma constitucional. La última crisis que generó un profundo deterioro de las instituciones del Estado paraguayo nos lleva a replantearnos que tenemos que pensar en una reforma.

–¿Qué modificaciones se deben plantear?

–Hay que cambiar el sistema de selección del fiscal general, la Corte Suprema de Justicia; hay que sacar al Congreso del Consejo de la Magistratura, del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Hay que plantear un montón de nuevos diseños. Hay que debatir y hacer un gran pacto político.