13 sept. 2025

Hay que pensar en “economía digital”

Por Wendy Marton -- @WendyMarton

Para 2020, se espera que aproximadamente 940 millones de compradores en línea gasten casi USD 1 billón en transacciones de comercio electrónico transfronterizas, lo que representa el 30% del volumen global de transacciones de comercio electrónico global, señala un informe elaborado por Lorena Cano, asesora técnica de la Iniciativa Economía Digital del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Como ejemplo, señala que digitalización permitió más actividades de gestión de la cadena de suministro transfronterizo, incluyendo monitoreo remoto, operaciones y acceso a mercados globales. Agrega que las plataformas digitales dan acceso a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) a los mercados mundiales que los negocios offline comparables no han logrado.
Así, indica que las plataformas más grandes de Internet permiten a millones de Pymes y empresas emergentes competir en igualdad de condiciones con empresas más grandes y establecidas. Según los datos, 50 millones de Pymes utilizan Facebook para encontrar clientes, y el 30% de sus seguidores son de otros países.
El estudio refiere que estos nuevos modelos de negocio y oportunidades de comercio transfronterizo, que son permitidos por las tecnologías digitales también traen nuevos desafíos que las políticas y regulaciones estatales no abordan.
A pesar del avance de la tecnología en el mundo, Paraguay sigue sin prepararse para lo que está a la vuelta de la esquina: la economía digital.
Las instituciones educativas, tanto escuelas, colegios como universidades, siguen sin entender la necesidad de capacitar a los estudiantes con base en la tecnología.
Con escuelas cayéndose a pedazos y la entrega parcial de kits escolares es aún grande el desafío para dar un vuelco en la educación paraguaya.
Hoy, la mayoría de las industrias están viendo como el negocio tradicional que incluía oficinas para atender a los clientes varió completamente. En la actualidad, la necesidad de las empresas es contar con personas que sepan de tecnología, que puedan desarrollar aplicaciones para que el negocio sea más amigable con los clientes, que puedan solucionar las quejas de manera remota, sin necesidad de acudir hasta el domicilio del comprador o que éste se acerque a una oficina y saque un turno para ser atendido.
Las oficinas del futuro están pensadas para operar directamente a través de la web. Por ello, es más que necesario que tanto el sector público como el privado diseñen una estrategia que permita educar a los niños y jóvenes de cara a lo que se viene. Es la única forma que ganemos todos.