15 ago. 2025

“Hasta ahora recibo amenazas de muerte del clan Argaña”

Fue liberado en 2010, tras 11 años de estar en prisión acusado del magnicidio de Luis María Argaña. Hoy califica de “badulaque” a Nelson Argaña. “Yo solo les digo que si le tocan a mi familia es el fin de ellos”, advirtió el militar retirado.

Libre desde hace 5 años.  Cuando fue apresado tenía el rango de teniente coronel y ahora está jubilado como coronel.

Libre desde hace 5 años. Cuando fue apresado tenía el rango de teniente coronel y ahora está jubilado como coronel.

Por Patricia Vargas

Tw: @patriciavargasq

Al coronel (SR) Reinaldo Servín lo acusaron de haberse comunicado el 23 de marzo de 1999 con Luis Rojas, el sicario que disparó contra el ex vicepresidente Luis María Argaña, y también con Pablo Vera Esteche, autor confeso del magnicidio. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia lo absolvió de culpa en setiembre de 2010 y salió en libertad. En esta entrevista afirma que integrantes de la familia Argaña le siguen amenazando de muerte.

–¿Qué recuerda de aquel marzo del año 1999?

–¿Para qué me querés hacer recordar de algo que yo quiero olvidar? No quiero acordarme de momentos desagradables donde yo pasé muy mal. Mucha gente hizo todo lo posible para que yo vaya preso; eran inclusive amigos y camaradas que terminaron colaborando con los Argaña, que ofrecían dinero o mejor bienestar a cambio de que ellos digan mentiras. Fue una gran injusticia, pero a veces les encuentro en la calle a esos que eran mis amigos, camaradas y les paso la mano y les perdono. En esa época hicieron ese trabajo sucio por beneficios personales porque ellos (los Argaña) ofrecían plata. Embarraron todo lo que había, en especial Nelson Argaña, que es un badulaque.

–¿Alguna vez supo algo más de los Argaña?

–Hasta ahora recibo amenazas de muerte del clan Argaña. Yo solo les digo que si le tocan a mi familia es el fin de ellos. Todo lo que pueda pasarme a mí o mi familia es responsabilidad de ellos (de los Argaña). Me tiran papeles en mi casa, me quieren amedrentar, pero a mí no me van a hacer correr con la vaina. Les digo a los Argaña que no se tienen que equivocar si me quieren matar, porque si se equivocan les voy a perseguir hasta el final. Me van a conocer.

–Ellos dicen que usted tenía conexiones con los asesinos de Argaña, gracias a un supuesto cruces de llamadas. ¿Qué pasó ahí?

–Supuestamente yo tuve conexiones telefónicas con el general Lino Oviedo, Víctor Galeano Perrone y los sicarios que mataron al vicepresidente. Todo se desvirtuó durante el proceso y por eso es que yo salí sobreseído. No tengo implicancia en el caso.

–¿Dónde prestaba usted servicios en esa época?

–Estaba en la Escuela de Comando de la FFAA en marzo de 1999 y recién en octubre de ese año me implicaron. Primero recurrieron al testigo falso Gumercindo Aguilar, que debía armar la novela, pero se les pilló. Luego acudieron a Vera Esteche, con quien nos implicaron con las supuestas llamadas. Nosotros pedimos que vengan investigadores de otros países y no querían. Nadie hizo una investigación pormenorizada del caso.

–¿Le llegaron a ofrecer dinero a cambio de que admita su culpa?

–Claro que me ofrecieron, a mí y a mi familia. Nos ofrecieron protección a cambio de una condena mínima. Me dijeron que yo no era el objetivo, sino el general Oviedo. Querían eliminarlo. Mis camaradas eran enviados por Nelson Argaña, que en ese entonces era ministro de Defensa, para decirme que mi condena estaba cantada y que me iban a dar 25 años si no admitía lo que yo no hice y que de paso involucre al general. Me decían que si no firmaba esa declaración, mi condena saldría en una semana. Y efectivamente, no firmé la declaración falsa y una semana después salió mi condena. Les hice decir a los Argaña que me pueden condenar a 50 años si querían, pero que no me iba a vender con su plata malhabida. Yo siempre tuve dignidad y no iba a implicarme ni implicar a nadie a cambio de nada.

–¿Cómo vio la gestión del gobierno que vino luego de Raúl Cubas?

–Asaltaron el Estado paraguayo. Se volvieron millonarios. El país se calló y la prensa también. No puede ser que los Argaña, (Luis) González Macchi y (Walter) Bower se hayan enriquecido y nadie dijo nada. Aprovecharon la muerte de su padre para asaltar el Estado. En vez de aclarar la situación robaron al Estado. Si mataban a mi padre, yo me iba a ocupar de los verdaderos responsables y no de robar a un país.

–¿Usted llegó a demandar al Estado?

–Yo hice una denuncia contra el Estado y rechazaron rápidamente porque alegaron improcedencia. Hice una demanda por haber estado preso. Pedí que me indemnicen por daños y perjuicios. Once años preso en vano, pero al menos cobré todos mis sueldos caídos.

–¿Qué opina de la muerte de los jóvenes en la plaza?

–Estos delincuentes involucraron a inocentes. Los jóvenes fueron utilizados por esta barra de ladrones y me da mucha pena por sus familias, pero todos nos conocemos. Se sabe hasta lo que pasa entre cuatro paredes; imagináte si no vamos a saber quiénes fueron los que se hicieron millonarios luego del marzo.