La investigación hecha por el medio internacional fue publicada este miércoles y apunta a que pese a la condena que José Alzir Flor da Silva tiene en el Brasil, el mismo continúa reclutando a jugadores en Paraguay.
En el 2010, el descubridor del jugador Ronaldinho Gaúcho fue investigado por el Ministerio Público de Rio Grande do Sul por un caso de supuesta pedofilia. Más tarde, también estuvo en la mira del Juzgado de la Infancia y de la Juventud de Porto Alegre y enfrentó cargos por los supuestos delitos de acoso sexual, maltrato y coacción, según publicaciones de medios brasileños.
Tras el escándalo de abuso sexual, el club Gremio terminó despidiendo a José Alzir, en medio de un escándalo con tres jugadores menores de 14 años.
El País también se ocupó de seguir los pasos de Alzir, quien respondió al proceso en libertad. Agrega que continuó trabajando para otros clubes, como el Hercílio Luz de Santa Catarina, en 2010; luego, en el 2011, fue al Club Náutico Marcílio Dias. En el 2012 llegó a Ciudad del Este, donde comandó la base del Club 3 de Febrero, actualmente en la primera división del fútbol paraguayo.
A lo largo de sus 20 años al servicio de Gremio, el hombre reclutó a los arqueros Cássio y Marcelo Grohe; al defensor Léo, quien juega en el Cruzeiro; al mediocampista Anderson, ex Manchester United, y a Ronaldinho Gaúcho, campeón mundial con la selección brasileña.
En el 2015, José Alzir fue condenado en segunda instancia por el Tribunal de Justicia de Río Grande, de acuerdo con los datos de la publicación. En la ocasión, tuvo la pena reducida a nueve años de prisión en régimen cerrado. Logró interponer un recurso extraordinario en el Supremo Tribunal Federal, en Brasilia, que acabó siendo rechazado por la ministra Rosa Weber.
Desde 2016, cuando el Tribunal Supremo admitió que los condenados en apelación podrían ser detenidos antes de agotar todos los recursos, existe una orden de detención pendiente contra José Alzir, emitida por la primera Corte Penal de Ejecuciones de Porto Alegre, menciona la investigación.
La versión de José Alzir
En contacto telefónico, el dirigente deportivo dio su versión a El País y justificó su llegada a Paraguay tras el escándalo en la base gremista. “Surgió la oportunidad de trabajar en otro país y decidí aprovechar”, mencionó.
Según Alzir, su contratación se realizó estando informada la dirección del Club 3 de Febrero sobre el proceso que respondía en Brasil. “Estoy agradecido al club por creer en mí”, agregó.
El gerente mantuvo la misma versión que sostuvo en los tribunales, declarándose inocente y negó haber abusado de niños en el club Gremio. Sin embargo, reconoció que por un desentendimiento agredió a una de las presuntas víctimas, de 13 años. “Cometí ese error, pero allí transformaron en otra cosa”, explicó.
El hombre dijo que las denuncias serían solamente para perjudicarlo y afirmó desconocer la orden de prisión decretada en Río Grande do Sul. Así mismo, se puso a disposición de las autoridades brasileñas. “La ley es ley. Voy a respetar lo que la Justicia determine”, concluyó.
Un caso similar fue denunciado a inicios de este año en Paraguay, cuando se filtró una foto íntima del empresario deportivo Antonio González con el jugador Bernardo Caballero, del club Rubio Ñu de Luque. La imagen fue viralizada y posteriormente se dio a conocer un video en el que González amenaza al atleta.
Nota relacionada: Imputan a dirigente deportivo por trata de personas y piden prisión
Tras una investigación, González fue imputado por trata de personas con fines de explotación laboral y sexual y actualmente está recluido en el penal de Embocada. Sobre el directivo pesan denuncias por acoso y maltrato físico.