Alberto Medina, padre de un joven que fue víctima de un policía gatillo fácil, denunció ante Amnistía Internacional el incumplimiento de la condena que pesa sobre el agente que le disparó a su hijo en Ciudad del Este.
El padre de Anderson –quien fue herido en una confusa intervención policial en el 2012, en la capital del Alto Paraná– asegura que no puede descansar de las amenazas que sigue lanzando el agente, quien a pesar de estar condenado sigue gozando de su libertad.
Medina ya recurrió antes a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, a la Fiscalía General, al comandante de la Policía, entre otros, para buscar alguna explicación sobre la situación procesal del suboficial Narciso Cañete, quien, según la Justicia, fue el que disparó a su hijo. Por este hecho, Cañete fue condenado a 7 años de prisión y a más de un año de la sentencia el policía continúa en libertad, cumpliendo con sus funciones y amedrentando a la familia de la víctima, de acuerdo con la denuncia.
Al no encontrar respuestas en los lugares en los que recurrió, Alberto Medina decidió realizar la denuncia en Amnistía Internacional Paraguay, que recibió el reclamo, y ahora se inicia un proceso de verificación para luego decidir si se investiga o no el caso, según comentó María José Garcete, del organismo que vela por el cumplimiento de los derechos humanos.
CON PROBLEMAS. Anderson quedó con movilidad limitada luego de recibir el disparo de arma de fuego en la espalda. Los médicos tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente de la columna a raíz del impacto de bala que recibió. Se le colocó una prótesis, pero igualmente sufre secuelas de por vida: puede levantar cargas hasta 5 kilos, caminar solo 100 metros de seguido o estar parado por 10 minutos. Ya no puede practicar deportes ni dedicarse a su profesión, como funcionario en una casa de cambios.
Con respecto a la situación procesal del suboficial Cañete, sostienen que el agente fue condenado y la sentencia fue confirmada por el Tribunal de Apelaciones. Sin embargo, sus abogados presentaron un recurso de casación que hace que la condena no esté firme y eso le permite seguir en libertad e incluso trabajar, a pesar de haber sido hallado culpable.