A última hora del lunes, un hombre impactó su camioneta contra un mercado de Navidad repleto de gente en la ciudad occidental de Nantes y provocó 10 heridos, 2 de ellos de gravedad, antes de apuñalarse con un cuchillo. El atacante sobrevivió y estaba siendo interrogado por la policía. Esto ocurrió un día después de que un hombre gritando “Allahu Akbar” (Dios es el más grande) hirió a 13 personas en un ataque similar en la ciudad oriental de Dijon. El sábado, un atacante, también al grito de “Allahu Akbar”, fue baleado después de apuñalar a 3 oficiales de policía en el centro del país. “Lo que estamos viendo con los eventos en Dijon y Nantes es que están provocando reacciones iguales”, dijo el primer ministro, Manuel Valls, tras ordenar el despliegue de 200 a 300 soldados adicionales para patrullar zonas como la avenida de los Campos Elíseos y los principales distritos comerciales de París. Francia ya está en alerta después de llamados previos este año de militantes a atacar a ciudadanos e intereses en represalia por los ataques del Ejército francés contra bastiones islamistas en Oriente Medio y África. REUTERS