CIUDAD DEL ESTE
La denuncia fue presentada en la mañana del lunes, luego de que la Policía localizara abandonada una camioneta Nissan, del tipo Murano, ocupada por Darío Ramón González Silvero (48), quien se encuentra desaparecido desde la tarde del domingo último. Hubo un pedido de rescate de 20 mil dólares de una persona que hablaba con acento portugués.
El rodado fue hallado a las 7.30 del lunes en el km 10 Acaray, a unos 6 km de la ruta 7. Los desconocidos intentaron quemarlo, pero el fuego que se prendió dentro del rodado no se propagó, porque cerraron las puertas.
Una hora después del hallazgo del vehículo, un vecino del kilómetro 14 Monday de Minga Guazú halló un charco de sangre sobre el puente de madera sobre el río que une Minga Guazú con el distrito de Los Cedrales.
Los investigadores presumen que ambos casos podrían estar relacionados y se encuentran buscando el cadáver en el cauce hídrico con ayuda de bomberos de la zona.
Nilda González Silvero (32), hermana de Darío Ramón, denunció la desaparición de persona ante el Destacamento Nº 3 de la Policía el lunes, a las 10.00, 2 horas y media después de la localización de la camioneta con matrícula BTJ757. El hombre había salido de su casa en el Área 5 de Presidente Franco, en la tarde del domingo.
Las denuncias de la desaparición y el hallazgo de restos de sangre recorrieron las unidades fiscales comunes hasta que en la mañana de ayer la causa fue derivada a la fiscala Antisecuestro, Zunilda Ocampos Marín, quien recién ahí intervino en el caso.
El ahora desaparecido está por la zona desde hace 6 meses, ya que antes estuvo trabajando con un grupo de abogados en gestión de cobro de deudas en Salto del Guairá, según la fiscala Antisecuestro. Otros sostienen que también se dedicaba a la venta de vehículos.
La fiscala Zunilda Ocampos se constituyó al puente del km 14 Monday, para verificar el lugar, al igual que la camioneta abandonada en el kilómetro 10 Acaray, que está depositada en el Destacamento Policial Nº 3. En el puente fueron halladas vainillas servidas de calibre 9 milímetros, además de dos esquirlas de plomo cerca de los restos de sangre. Los investigadores sostienen la hipótesis que la víctima pudo haber sido asesinada en el lugar y el cadáver lanzado al río. No obstante, no existen aún indicios de que los restos correspondan al afectado.