La confusión que generó la coyuntura que rodeó al caso del vicesargento Óscar Giménez que resultó gravemente herido cuando intentaba arreglar la bandera de un mástil en el Comando del Ejército y sin las medidas de seguridad adecuadas, es aprovechada por el comandante de las Fuerzas Militares Braulio Piris para intentar sacar del cargo al comandante del Ejército Gral. José Cassaccia.
Según fuentes castrenses, Piris busca afanosamente inculpar a Cassaccia en el hecho, y repartir responsabilidades echando la culpa al Comando del Ejército por el accidente, ya que allí ocurrió el infortunio.
De hecho, de manera sorpresiva el jueves pasado, el Coronel Néstor Zalazar, vocero de las Fuerzas Armadas, dijo que el Comando del Ejército es el encargado de manejar los fondos para el mantenimiento y reparación de los blindados y maquinarias, entre ellas, la grúa utilizada para levantar al suboficial fallecido debido a los graves golpes sufridos.
“Administrativamente el mantenimiento de esos equipos depende del Ejército, porque el presupuesto del RC4 está en el Ejército”, expresó el vocero castrense, quien intentó desligar a las FFMM del caso.
Sin embargo, obvió un detalle muy importante. La Orden General Nº 104 firmada el 14 de marzo del 2016, por el comandante en jefe, Horacio Cartes, establecía claramente que en el Organigrama del Comando de las Fuerzas Militares, dentro del Manual de Organización y Funciones de las Fuerzas Militares, se incluía al Regimiento de Caballería Nº 4 Acá Carayá, por lo que la institución encargada de todo el mantenimiento de los equipos quedaba a cargo de las Fuerzas Militares y no del Comando del Ejército.
El RC4 maneja un presupuesto de G. 539.000 millones y aparentemente la grúa utilizada para el trabajo carecía de mantenimiento, lo que ocasionó el accidente fatal.