23 abr. 2024

Familia de Areguá quiere ofrendar una escultura en cerámica de Chiquitunga

A ningún artista aregüeño se le ocurrió, hasta el momento, elaborar una escultura de la beata electa, María Felicia Guggiari.

Persuadido ante este hecho, Daniel Rolón, un conocido artista de Areguá, comprometió a su hijo a crear juntos la que sería la primera imagen en cerámica de Chiquitunga.

Tendrá un metro de altura y será esculpida con sus manos y la de su hijo, Pedro Jacinto. Arte y devoción mezcladas en una figura que piensan entregar a modo de ofrenda en la misa de beatificación con el único pedido de salud para la familia.

Pedro Jacinto tiene 37 años y sufre de diabetes. Su padre relata que le tomó una infección en la pierna derecha que le tiene a maltraer. De sus seis hijos –cuenta–, Pedro heredó la técnica de escultor.

A Daniel, con sus 50 años de trayectoria como ceramista, se le ocurrió matar dos pájaros de un tiro: como aún ningún artista de esa ciudad preparó ninguna matriz de la venerable, le encomendó ahora a su hijo Pedro que confeccione un molde con el busto de la carmelita descalza. Y la idea es que él mismo lo ofrezca como una ofrenda en la celebración del 23 de junio.

Cirila, esposa de Daniel, se encargará de pintar la escultura. Ella es quien toma el cincel y se embarra la ropa de trabajo con la pintura que repasa sobre el rígido barro que sale del horno tras 13 horas de cocción.

Junto a su marido llevan adelante una empresa familiar, que se sostiene desde hace 30 años en un taller repleto de arcilla y cerámicas, en el barrio Las Mercedes. A ellos les tomó por asalto también que nadie en su pueblo, caracterizado por inundar de imágenes sacras las calles –como en las fiestas de fin de año–, se les haya ocurrido hacer un busto o escultura de la primera monja paraguaya en llegar a los altares santos.

Dos semanas. Antes del 20 de junio tendrán lista la obra.

“Dentro de 15 días voy a tener hecha. Va a tener un metro de altura, así”, dice y se hace a un lado para señalar con la mano izquierda el tamaño que tendrá la escultura.

“Mi hijo tiene una infección en la pierna de una herida y se le complica porque tiene diabetes. Por eso vamos a hacer. Él va a hacer porque es el más valé de todos”. Destaca que Pedro posee la técnica de esculpir sin una matriz preestablecida. Optaron por imitar la imagen de Chiquitunga sonriente, con el hábito de carmelita.

Daniel asegura que pondrán todo su empeño y arte para crear una imagen única de la beata electa. Ellos confeccionan desde cero cada escultura: fabrican el molde y luego pasan a dar forma con la arcilla. Una imagen como la que prepararán de Chiquitunga tiene un costo a la venta de G. 2.000.000, según el artista.

Espera contactar –dice– con los organizadores de la fiesta de beatificación para poder concretar la ofrenda.

Muchos me hablan de sus milagros y me dicen que le encomiende a Chiquitunga la salud de mi hijo. Cirila de Rolón, artista.

Quiero encomendarle mi trabajo, la salud para mi familia y a mi hijo que tiene una infección.
Daniel Rolón, ceramista.