El velatorio de Dionisio se realizará en el local de la APA (Chile 850) y el sepelio tendrá lugar en la ciudad de Coronel Martínez, según informaron fuentes de su entorno.
Dionisio Arzamendia, músico, ejecutante del arpa paraguaya, desde su pueblo natal Coronel Martínez (Arroyito) llegó a Asunción caminando.
Según él mismo cuenta, desde los 7 años comenzó a ejecutar la guitarra y desde entonces su único sueño fue llegar a Asunción.
Y fue así que, guitarreando en los festejos patronales de Arroyito, su pueblo natal y los pueblos de los alrededores, llegó una vez hasta Caacupé con su hermano que también era músico. Desde ahí emprendieron el viaje hasta Asunción a pie.
“Ya en Asunción, mi hermano y yo —cuenta Dionisio— éramos muy niños y teníamos el objetivo de aprender repertorio de los músicos de la época, escuchando en los lugares donde ellos actuaban y al mismo tiempo contactar con los mismos”.
A mediados de la década del 50, Dionisio salió del país en compañía de un grupo que formó con otros músicos y su hermano, al que puso el nombre de Los Caciques Paraguayos.
Con este grupo recorrió Centroamérica y grabó varios discos Long Play. De esta región pegó el gran salto, cruzó los mares y llegó al viejo mundo.
Posteriormente, al separarse de su primer grupo, Dionisio Arzamendia participó del Festival “Juventud de Helsinki”, donde junto con su hermano ganó el segundo lugar y de allí fue a Cuba para estudiar música en la escuela de música para adultos del país.
En dicha escuela culminó luego de algunos años sus estudios de teoría, solfeo, armonía y composición, además de nociones de instrumentación musical.
De la Habana (Cuba) pasó a Moscú (Rusia), donde tuvo la oportunidad de actuar en el Teatro Bolshoi, siendo uno de los pocos artistas, no solo del Paraguay sino de Latinoamérica, que gozó de esa suerte y ese privilegio de ser aplaudido en este prestigioso teatro.
De Moscú pasó nuevamente al viejo continente para volver a recorrer varios países de Europa, recogiendo en todos ellos aplausos y admiración.
Fue uno de los pocos músicos paraguayos que ejecutaba en sus conciertos exclusivamente música folclórica de su país. Se caracterizaba por presentarse al frente de su grupo ataviado con ropas típicas y sujetando sus cabellos con una vincha nativa, que le daban el aspecto de un cacique indio o guaraní, de ahí su mote de Dionisio “Cacique” Arzamendia.
Al volver al Paraguay dijo que entendía que los músicos populares y una parte de la juventud seguidora del arte nativo seguían luchando y seguían componiendo, pero que con tantos años de desamparo no puede haber una evolución significativa.
El músico se radicó en Guyana, en compañía de su familia, donde —ya retirado de los escenarios— trabajó como profesor de música.
Su hija, Anaí Nellina Arzamendia, la acompañó durante sus últimos momentos en el hospital del Instituto de Previsión Social.
Fuente: 25 poetas músicos compositores y cantores populares del Paraguay.