Los ex miembros de la Corte Suprema de Justicia Luis Lezcano Claude y José Altamirano coincidieron en que los actuales magistrados que conforman el pleno de la máxima instancia judicial ganaron tiempo para no expedirse respecto al tratamiento de la acción de inconstitucionalidad que presentaron los senadores opositores y disidentes en el marco del debate de la enmienda constitucional.
Los congresistas opositores y disidentes atacaron de inconstitucional el cambio del reglamento interno del Senado, que dio pie a que 25 senadores del oficialismo y sus aliados aprobaran el 31 de marzo pasado, en una reunión secreta, el proyecto de enmienda constitucional que buscaba habilitar la reelección presidencial.
Lezcano recordó que faltó la integración de la Corte, atendiendo que algunos ministros se apartaron de entender en la cuestión mientras que otros fueron recusados. Indicó que se procedió dentro de lo que procesalmente correspondía. Sin embargo, afirmó que “se debió haber hecho más rápida la integración”.
“A lo mejor esperaban que sea lento el proceso para que el Congreso se expida antes que ellos. Con esto la Corte se saca un peso. El plazo normal suele ser así, tarda la integración. Acá a lo mejor el interés (de los ministros) habrá sido no acelerar para que llegara una decisión como esta (la de Diputados, que archivó el texto)”, analizó el ex ministro.
Expresó que ahora ya no tiene sentido que el pleno de la Corte se pronuncie, por lo que cree que la acción debe ser enviada al archivo.
“La Corte debía pronunciarse luego del planteamiento de la acción de inconstitucionalidad”, agregó.
Añadió que en su época de ministro se aceleraba al máximo cuando la acción era importante y se actuaba fuera del procedimiento común.
“A veces las cosas son lentas, pero cuando era importante les dábamos prioridad a casos de transcendencia para la sociedad, por ejemplo”, declaró.
SIN SENTIDO. Por su parte, el ex ministro de la máxima instancia José Altamirano comentó que “los tiempos jugaron acá. Ellos sabían que era una resolución política y estoy seguro de que dejaron estancados para esperar que el Congreso resuelva. Los ministros hubieran resuelto, si tenían determinación, inmediatamente”, remarcó.
Destacó que la cadena de inhibiciones e impugnaciones que hubo finalmente robó tiempo.
“De entrada pudo haber resuelto como no justiciable. Desde el momento que admitieron debieron expedirse, pero no lo hicieron. Entraron en el juego de las recusaciones, integraciones, etc. Se burocratizó para que insuma el tiempo. No sé si hicieron eso para no meterse o porque no se tiene independencia”, dijo.
CASO NICANOR. Altamirano rememoró que la Corte resolvió rápidamente el caso del ex presidente Nicanor Duarte Frutos, cuando él mismo presentó una acción ante el pleno para que lo dejaran candidatarse a la titularidad de la ANR. “Con el caso de Nicanor en 24 horas yo firmé por el rechazo a su pedido. Voté y se lo pasé a otro ministro y tardaron un poco más como suele ocurrir con este tipo de resolución”, insistió.
Señaló que en el caso del proyecto de enmienda los ministros pudieron declarar no justiciable o resolver directamente. “Podían haber dicho que es un acto propio del Congreso. Si decidieron resolver, debían resolver, porque la urgencia era fundamental, pero al entrar en la serie de la conformación de la Corte, tras las inhibiciones, se jugó con el tiempo”, acotó.
recusaciones. El presidente del Colegio de Abogados, Óscar Paciello, subrayó a su turno que no entiende cómo es que pretendían que los ministros resolvieran la acción siendo que al mismo tiempo los iban recusando. “Las recusaciones estaban. No se podía romper el procedimiento normal. Hay plazos que se debían cumplir y no se puede tolerar que se pase por encima de los plazos”, expuso.
Afirmó que se podía instar al pleno a que contestara en el día o lo más rápido posible, pero más de eso, no.
“No podemos quejarnos de que no se haya resuelto cuando el propio sector que promovió recusó a los ministros”, mencionó Paciello.