20 abr. 2024

“Este es mi camino”

La calidez de su voz y sus canciones sencillas y pegadizas lo ayudaron a ganarse un lugar en el mundo de los artistas pop. Con un ejército de fans en ascenso y repertorio renovado, Iván Zavala vuelve a la carga con un segundo disco de estudio, Ida y vuelta. Una charla con el joven que cambió el comercio por la música.

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Por Silvana Molina / Fotos: Javier Valdez

Esa presencia imponente en medio de la sala lo perturbaba. Había algo en aquella solemne estructura de madera con teclas y pedales que lo atraía poderosamente. Mientras Iván correteaba por allí cerca con sus primos, poco a poco fue acortando distancias, hasta que se atrevió a posar sus manos infantiles sobre las teclas blancas y negras de aquel instrumento que producía sonidos.

Era el piano de su abuelo, en cuya casa vivía de niño. Cuando su madre se dio cuenta de esa atracción que sentía, le preguntó si le gustaría aprender a obtener melodías de él. La respuesta afirmativa dio paso no solo a las lecciones de piano y más tarde a las de guitarra, sino también a una estrecha relación con la música que marcaría su futuro.
De aquello pasaron 18 años. Hoy, frente a nosotros, tenemos a un joven menudo, jovial y desinhibido.
Barbita, bigote y el pelo muy corto contornean su rostro. Con una imagen renovada, Iván Zavala (26) pareciera querer dejar atrás esa cara de niño bueno con la que se metió en el bolsillo a un público que escuchó sus canciones, reprodujo sus videos, compró sus discos y lo acompañó en sus conciertos.
En la pequeña oficina/estudio de música que montó en su casa, Iván ultima los detalles para el lanzamiento de su nuevo álbum, el segundo en lo que va de su carrera, con el que pretende dar paso a un Zavala más maduro, personal y profesionalmente.


- ¿Qué querías ser de grande cuando eras chico?
Nunca dije: “Voy a ser músico”. Yo quería ser veterinario o futbolista. Pero siempre tuve afinidad con el arte. Creo que eso se fue dando de a poco. Recuerdo que en los almuerzos familiares, terminábamos de comer y me decían: “Iván, andá a tocar el piano”. Entonces yo tocaba para ellos. Pero eso de decir: “Quiero dedicarme a la música” se fue dando después, muy de a poquito.

- ¿Cuándo te animaste a cantar frente a un público que no fuera tu familia?

Fue cuando estaba en el colegio, en sexto curso. Hubo un intercolegial de la canción y mis compañeros me convencieron de cantar representando al curso. Gané ese premio y me puse muy feliz. Esa fue la primera vez que estuve en un escenario. Entonces me di cuenta de que ahí arriba me sentía bien.
Creo que a partir de entonces me empecé a animar de a poco, fui buscando sentir esa adrenalina de estar los tres minutos previos con el corazón que se está por salir y después subir y hacer el show. Luego, poco a poco fui tocando en peñas, empecé a grabar maquetas, a través de los celulares se pasaban mis músicas, me empezaron a llamar de bares para cantar. Pero todavía era solo un pasatiempo: yo estaba en la facultad en ese momento.

- Lo que estudiaste en la universidad no tiene relación con la música, ¿es así?

(Ríe) No. No tiene: soy licenciado en Comercio Internacional. Tengo el título en mi dormitorio. Decidí no colgarlo en mi estudio de música justamente porque no tiene nada que ver con esto.

-¿En qué momento cantar dejó de ser un pasatiempo?
Cuando mi primo le mandó unas maquetas y demos de mis músicas al productor musical argentino Juan Blas Caballero, sin que yo supiera, y él respondió en un mail que le gustaba mi voz y propuso que fuera a Buenos Aires para conversar.
Juan Blas Caballero es ganador de Grammys, trabajó con artistas como Julieta Venegas, Andrés Calamaro, Enanitos Verdes.
Y ahí yo dije: “Bueno, esto se pone serio”. Me quedé una semana en contemplación, pensando qué era lo que quería hacer, pero en el fondo ya sabía que iba a terminar diciendo que sí, porque esto me gustaba muchísimo.

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Buscándose a sí mismo
Entonces Iván juntó todas las canciones que había compuesto, tomó su guitarra y allá se fue rumbo a Buenos Aires, hacia una oportunidad que no había buscado y que, sin embargo, podría cambiar el rumbo de su vida. “Tuve que dejar unos meses la facultad, pero les prometí a mis padres que iba a retomar al siguiente semestre y que iba a terminar. Y cumplí mi promesa”, aclara.
En la capital argentina conoció a Juan Blas, hablaron, le hizo escuchar sus temas y resolvieron grabar un disco. “Armé un listado de mis canciones. Yo ya tenía compuestas 30 ó 40; de esas seleccionamos 11", revela.
El resultado de aquel trabajo fue Imposible, el primer álbum de estudio de Iván Zavala. Con el tema Te regalo como punta de lanza, el material salió a la luz en noviembre de 2012. “Y el resto es historia”, dice el cantautor, que en aquel entonces tenía 22 años.
Un concierto debut a sala llena —con entradas agotadas— en el teatro del Banco Central del Paraguay, en julio de 2013, fue otro paso firme en el mundo de la música, al que se sumó el hecho de haber sido elegido para abrir los recitales de un músico de la talla de Elton John y del fenómeno juvenil Jonas Brothers.

- Antes del lanzamiento del disco ya empezó a sonar tu nombre por un video que subiste a YouTube y se viralizó. ¿Cómo fue aquello?
La idea surgió así nomás. Estábamos en casa con un amigo y dijimos: "¿Qué tal si grabamos un video? Entonces elegí un tema de Adele, Someone like you, y grabamos en la sala de casa. Estuvimos toda esa tarde y noche grabando, toma tras toma, hasta que quedó algo lindo. Después lo subí a YouTube, pero más que nada porque le quería mostrar a mi familia y a mis amigos. Y al día siguiente me escribe mi primo y me dice: “Mirá cuántas vistas ya tiene”. Y eran muchísimas (hoy ya tiene 172.000 reproducciones). Ahí me empezaron a llamar de la tevé, de la radio, de todos lados. Por suerte yo ya estaba terminando la grabación del primer disco y entonces esto sirvió también como gancho para cuando lancé el material.

Carrera en ascenso
Un club de fans (Zavalitas Oficial) y un ejército de seguidores —mayoritariamente femenino— en las redes (44.600 en Twitter, 140.800 en Facebook, 92.000 en Instagram y 16.800 suscriptores en YouTube) impulsan desde hace varios la carrera de este joven, el segundo de tres hermanos varones.

- ¿Te considerás un pop star?
No. Soy consciente del impacto de mi música acá en Paraguay y estoy supercontento con eso. Pero realmente yo hago esto porque me encanta que la gente quiera escuchar una de mis músicas. Eso es lo que a mí me completa y me motiva como artista. El resto viene con el trabajo. El tema de los fans es divertido y a veces es difícil también.

- ¿Cuál es la fórmula del éxito?
Creo que es la mezcla de perseverancia, mucho trabajo, talento y un toque de suerte también, estar en el momento y en el lugar indicado. Porque hay miles de músicos que tienen mucho talento y potencial, pero no llegan porque no tuvieron ese momento de suerte.
No sé qué hubiera pasado, por ejemplo, si yo no hubiera subido mi video a YouTube y no hubiera tenido todo ese movimiento que tuvo, justo cuando llegó el disco.
Hay cosas que uno prepara y otras cosas que se dan porque tuviste suerte: por ejemplo, justo fuiste a tocar a un bar y te estaba escuchando un manager de afuera que cayó ahí por casualidad y le gustó cómo cantaste. ¿Cuántas historias hay así?


- ¿Creés que tuviste suerte?
Siempre digo que la suerte es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad. Y si cuando se genera esa oportunidad, vos no estás preparado, es una de las peores cosas que te pueden pasar, y ya me tocó. Me pasó estando afuera, que me surgieron oportunidades pero yo no estaba preparado para afrontarlas, entonces caían.
Pero por lo menos uno aprende y dice: “Tengo que prepararme, porque quien sabe cuándo va a ser mi próxima oportunidad”. Por ejemplo, ahora estoy estudiando producción, practicando. Armé el estudio musical y estoy probando eso.

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- ¿Qué es lo difícil de ser un artista?
Afortunadamente, mi carrera despegó bien. Pero lo difícil no es arrancar, sino mantenerse. Y yo creo que ahí está la clave: no dejar de generar cosas nuevas. Y el día a día muchas veces cansa. Sin embargo, fue increíble el crecimiento musical que se dio hasta acá.

- ¿Pero vos ya te lo planteaste como un modo de vida?
Sí, me lo planteo así. Pero hay veces que pienso: "¿Será que esto es lo mío?”, y me pregunto si voy a continuar o no, porque en Paraguay es algo nuevo el poder decir: “Soy artista y vivo netamente de la música”. Hace diez años no se podía pensar todavía de esta manera. Pero al final del día, paro y digo: “Sí, esto es lo que quiero, este es el camino y vamos a meterle con todo. De eso sí estoy seguro.

- ¿Qué rol cumple tu familia en todo esto?
El más importante. Al principio se preocuparon un poco por mi futuro, pero siempre me apoyaron en todo. Fueron lo máximo durante todo este proceso y me siguen acompañando, están pendientes de qué músicas nuevas tengo, en qué proyectos estoy, me siguen los pasos. En todo lo bueno y malo que me pasa ellos están apoyándome siempre.

- Tenías planes de radicarte en Los Ángeles. ¿Cómo quedó eso?
Sí, tenía esa idea de ir. De hecho, hice una gira de prensa por Miami y Los Ángeles. Pero yo creo que todavía me falta consolidarme bien en Paraguay, siento que todavía no puedo dejar todo mi trabajo acá. Aún tengo cosas por hacer aquí.

- ¿Hay algún tema de este disco que te guste en especial y por qué?
El número cuatro, Falling: es cien por ciento mío. Fui muy celoso con este tema —en el sentido de no dejar que le hagan cambios— y quise que fuera para mí, porque lo compuse en una etapa muy importante. Si bien es una música un poco triste y lenta, me ayudó en ese momento a sacar lo que tenía adentro. Hay momentos de mi vida en que yo no soy muy expresivo, entonces escribir algo de lo que siento, sin decir necesariamente y específicamente lo que está pasando, me ayuda a desahogarme un poco y me sirve de terapia. Y esa música, que es en inglés, es producto de un momento muy especial.

- ¿Seguís sintiendo la misma tensión de tus inicios antes de subir al escenario?

Sí, los tres minutos previos a subir son para mí los peores de mi vida. Es una mezcla de sentimientos, de ansiedad, de no me quiero subir y ya me quiero subir, las dos cosas a la vez. Pero subo y una vez que arranca el show, ya me siento tranquilo.

- En varios de tus videos se ven lugares de Paraguay. ¿Pensás seguir incluyendo este tipo de imágenes?

Me gusta mostrar con mi música cómo es mi país, porque yo sé que donde más seguidores tengo es acá. Pero también sé que hay gente de afuera que ve y escucha y esta es una manera de exponer un poco de dónde vengo. En Paraguay hay muchas cosas lindas por mostrar.

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IMPOSIBLE POSIBLE

El primer disco de estudio de Iván Zavala se lanzó en julio de 2013, bajo la denominación de Imposible. Contiene 11 temas, 10 de ellos compuestos por Iván con la participación de algunos colaboradores como Dani Da Rosa, José Gaona y otros. El tema Cada día que no estás es de autoría del argentino Juan Blas Caballero, productor del álbum.
El material fue grabado en los estudios Mondomix de Buenos Aires, y mezclado y masterizado por Master House Studios de Miami.
Hasta ahora lleva unas seis mil copias vendidas.

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PREMIO
En noviembre de 2014, recibió el galardón al Mejor Artista de Paraguay, en el Premio 40 América, organizado por la conocida cadena de radio Los 40 Principales.

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LO NUEVO: UN IDA Y VUELTA

En el mes de octubre (aún no hay fecha confirmada), Iván Zavala lanzará su segundo disco: Ida y vuelta. El nombre responde al hecho de que la mitad de los temas fueron producidos por Juan Blas Caballero (ida), y la otra mitad por Matías Méndez El Chávez (vuelta).
“Yo decidí hacer seis temas con Juan Blas, que fue el productor del primer disco. Pero también quería probar otras cosas distintas, por eso decidí hacer los otros seis con El Chávez, que es el productor de grupos como No te va a gustar, Villagrán Bolaños y Kchiporros”, explica Zavala.
“Fue un proceso difícil, porque todo tenía que sonar como uno, pero me parece que lo logramos. Quedé muy contento con este álbum, que si bien sigue siendo pop rock, también incorpora pop reggae. Es algo diferente: es como que refleja un crecimiento musical y personal”, revela el cantautor.

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AFICIONES
“Además de la música, me agrada leer libros de historia y biografías. También me gusta mucho viajar por el interior del país, tengo pendiente recorrer más, porque hay tantos lugares acá que son increíbles y que la gente no conoce”.

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COMPOSITOR
Iván empezó a componer sus primeras canciones cuando tenía 11 años. La mayoría de los temas de sus dos discos son de su autoría, en letra y música. Entre sus sencillos más difundidos se encuentran: Te regalo (2013), No vale la pena (2013), Imposible (2013), Y yo (muero de amor) (2013), Te sigo esperando (con Valeria Baroni) (2014), Ahí estaré (2015), Más allá del sol (2016) y Universo (2016).