Antonio Rolín
ENCARNACIÓN
Con un gran despliegue de color y brillo, unas 10.000 personas vibraron en la última noche del corso en el Sambódromo de Encarnación, el sábado último.
Uno de los tantos momentos álgidos de la velada fue la entrega de reconocimientos a las musas de cada comparsa. La última ronda se desarrolló con un gran espectáculo en pista, donde las cinco comparsas y cuatro carrozas de clubes, sumadas a las murgas, brindaron un gran show que contagió al público, mientras los jueces seguían atentos cada despliegue.
Como es costumbre, la apertura estuvo a cargo del Rey Momo Ernesto Papacho Giménez y las promotoras de las empresas auspiciantes.
La magia se apoderaba en la última noche con la presentación de la comparsa del Club Pettirossi con su Volver a Soñar. Seguidamente se presentó la carroza del Club Alemán con su Barranquilla: fiesta, color y alegría; luego, desplegó todo su esplendor la comparsa del Club Nacional con Un Mundo de Fantasía y Diversión.
La diversión prosiguió con la el Club Sacachispas y su propuesta, Vikingos, seguida de del Club 22 de Setiembre con Cuentos Árabes, y la carroza del Club Radio Parque con Juego de Tronos.
Pero lo mejor se iba a vivir en la parte final con una Fiesta Universal a cargo del Club Universal, seguido de la carroza del Club Pacú Cuá con su fiesta de Añoranzas. Y el broche de oro en el cierre del mejor carnaval del país lo iba a protagonizar la comparsa del Club Atlético San Juan, que hizo vibrar al público con su coreografía De Mi Tierra Guaraní, alegoría que rememoró los valores de la raza guaraní.
Como condimento especial, la última noche tuvo un gran espectáculo de fuegos artificiales que llenaron de brillo y color el Centro Cívico de Encarnación.