“Es importante también que los padres apoyen este proceso, sobre todo para los niños del prejardín hasta el primer grado, que llegan por primera vez a la escuela”, indica el profesor, quien dio su primera clase del año en el Campus ayer.
Sosa expresó que es importante que a medida que se acerque el inicio del periodo lectivo, los chicos vayan retomando de vuelta la costumbre de acostarse y levantarse más temprano que lo habitual en vacaciones.
“Esto colabora a que se alimenten en horarios regulares y se acostumbren de vuelta a estar listos bien temprano”, remarcó.
En cuanto a los febreristas, Sosa recomendó a los padres ayudar a los chicos con las clases de refuerzo, sobre todo para transmitir apoyo y ánimo a los estudiantes.
ADAPTACIÓN. “Ningún niño del prejardín está llorando”, destacaron ayer directivos del Nihon Gakko, donde se adelantaron las clases. Explican que este fenómeno se da porque realizan actividades de adaptación en enero, una semana antes incluso del inicio de actividades. Este trabajo se da con los del prejardín.