07 ago. 2025

Escuela indígena da clases en una estancia abandonada del Chaco

El Estado no cumplió aún toda la sentencia de restitución de tierras promulgada hace una década por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El MEC prometió aulas móviles para esta semana.

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Precaria. Alumnos de la escuela sanapaná dan clases en el corredor de una estancia.

Sesenta alumnos del preescolar al sexto grado de la comunidad Xákmok Kásek, en el Chaco Central, dan clases de manera precaria en el corredor de una estancia abandonada, luego de que el Estado les restituyera parte de sus tierras por una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La organización Tierraviva y los docentes del establecimiento escolar denuncian que Paraguay no cumplió aún toda la sentencia, incluyendo componentes de educación.
La condena al país fue por no garantizar el territorio ancestral y los derechos de las familias Xákmok Kásek, del pueblo indígena Sanapaná. Actualmente están ubicados a 340 kilómetros de Asunción, en Presidente Hayes.
“Dotar de forma permanente a la escuela de la comunidad con recursos humanos, materiales e infraestructura para que en ella se desarrolle una educación que respete sus prácticas tradicionales”, reza parte de la sentencia promulgada ya hace casi una década.
No obstante, la infraestructura escolar nunca se concretó. Para el inicio de clases, el 24 de febrero pasado, el MEC prometió la instalación de un aula móvil y de mobiliarios, mientras se construye la escuela por parte de la Gobernación local.
La escuela lleva el nombre de Dora Kent de Eaton, abuela de los propietarios de la estancia transformada en institución educativa.
ESPERANDO. “Los kits escolares dotados por el Estado son muy precarios, dan clases en muebles que no son adecuados para el aula y casi en la intemperie”, denuncia José Paniagua, coordinador de la organización Tierraviva.
Refiere que en cuanto a las tierras, el cumplimiento también se dio de forma parcial. El Estado restituyó al pueblo Sanapaná 7.700 hectáreas, pero faltan aún 3.000.
Los docentes sostienen que a pesar de las adversidades, están enseñando la cultura y el idioma sanapaná a los niños.
Es que mientras la comunidad luchaba por sus tierras, el desplazamiento del territorio provocó restricciones a sus prácticas culturales.
“Muchas personas ya no hablan el idioma, incluido el director de la institución, Maximiliano Ruiz, que habla mejor el guaraní y el castellano por nacer rodeado de peones paraguayos”, relata Paniagua.
AULAS MÓVILES. El director general de Educación Indígena del MEC, César González, asegura que la semana entrante estarían llevando el aula móvil que prometieron a las familias.
Pero los sanapaná vienen escuchando esta versión desde hace dos meses. “Siempre dicen lo mismo”, aseguran.
En Paraguay, de 600 centros educativos, al menos la mitad tiene problemas de infraestructura, según un informe elaborado por la Unicef en el 2015. El 41% de los pueblos indígenas no están escolarizados.

La cifra

60 alumnos del preescolar al sexto grado de la comunidad Xákmok Kásek necesitan infraestructura escolar, pues dan clases de manera precaria.