El titular de la cartera estatal expresó que los montos que fueron ofertados por el consorcio para el pago diferido de la inversión y disponibilidad, no serán modificados de ninguna manera, por más de que la inversión que realicen sea más que la estimada. “No existe posibilidad de ajuste”, aseveró.
“Es la estrategia económica y financiera del consorcio para llevar adelante este proyecto, son empresas muy serias; Sacyr es la número siete más grande del mundo, Mota Engil está entre las 30 empresas constructoras más grandes del mundo, y la empresa paraguaya Ocho A, con estos contratos se convierte en la más grandes del país”, aseveró.
Por otro lado, añadió que controlarán arduamente la calidad de las obras. “Nosotros hemos estructurado un proyecto, en el cual estimamos una serie de pagos futuros. Uno por 15 años, que es un pago bianual, para la devolución de lo que es el gasto para inversión en la infraestructura y el otro se refiere a la operación y mantenimiento de la vía, por 30 años. Estimamos un estándar de calidad, que la empresa tiene que entregarnos en 30 meses y tiene que hacer toda la inversión y poner a disposición de la ciudadanía”, expresó.
A su turno, la ingeniera Claudia Centurión, directora de la DIPE del MOPC, resaltó que el pliego estableció un monto máximo en concepto de los dos pagos que ofertó la firma, pero que no se estableció un monto máximo respecto a la inversión estimada por el oferente, para dar cumplimiento a las obras y estándares exigidos por la administración.
“Los montos de los pagos diferidos de inversión y disponibilidad son fijos y no pueden sufrir aumentos en ningún concepto. El pago por disponibilidad (por mantenimiento) sí puede ser menor en concepto de penalización por incumpliendo del estándar de operación y servicio de la ruta”, indicó.