Actualmente –comentó González– el Cones no pude intervenir en la crisis de la UNA porque el conflicto entre el estamento docente y estudiantil gira en torno a la modificación de un artículo del Estatuto, en lo que se refiere a la distribución numérica de participación en el Consejo Superior, consejos directivos y Asamblea Universitaria (AU).
“Solo podemos intervenir en caso de que se interrumpa el normal funcionamiento; no tenemos injerencia en el Estatuto, por la autonomía de la UNA”, indicó.
El Consejo solo puede tomar una postura sobre el Estatuto si no se enmarca en la Ley 4995 de Educación Superior, que establece los mecanismos que aseguran el funcionamiento de las instituciones.
González señala que la exigencia de paridad o de mayor participación en la toma de decisiones por parte de los universitarios es legítima porque la Ley de Educación Superior solo establece –por ejemplo– la presencia del rector en Asamblea Universitaria y que las participaciones sean democráticas.
“Creo que se vería con buenos ojos estudiar una mayor participación estudiantil. No digo cuánto, pero que tengan más participación es importante, no es para mal”, resaltó el presidente del Cones, quien comentó la experiencia de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina, cuyos Consejos están integrados por ocho representantes docentes, cuatro graduados y cuatro estudiantes. Es decir, el estamento docente tiene el 50 % de representación y los otros también. Ninguno tiene mayoría propia. Los universitarios paraguayos exigen lo mismo.
El rector de la UNA, Abel Bernal, pidió al Cones el plazo de una semana para convocar a una tercera asamblea, de no destrabarse el conflicto.
“El Cones tiene como único mecanismo emplazar y luego hacer la intervención”, sostuvo Hildegardo González.
El pasado 24 de agosto, la Asamblea Universitaria ignoró la propuesta de modificación del Estatuto presentada por una Comisión Especial de Estudio conformada por el propio Consejo Superior. Los asambleístas, mayoría docente, aprobó otro documento para conservar sus privilegios. Posteriormente, para evitar conflictos, se instaló una nueva mesa de diálogo Y se convocó por segunda vez la asamblea, se votó nuevamente en contra de la reforma.