Carlos Elbo Morales
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Pasó el 16 de agosto. Pero para los niños, cada día es su día. Más allá de la fecha que los recuerda, cualquier ocasión que celebra su inocencia los tiene presentes. Es lo que pudo verse ayer cuando decenas de ellos, acompañados de sus padres, llegaron a la Plaza Mariscal Lópéz de Luque, donde se realizó la 25ª edición del Festival Nacional del Día del Niño. Aunque el festival ya no congrega a las miles de personas como lo hacía en sus primeros años y que obligaba incluso a suspender algunas presentaciones previstas, los locos bajitos, parafraseando a Serrat, no se perdieron la ocasión para disfrutar de la diversión.
Panorama. Números artísticos con marionetas, canciones y danzas desfilaron sobre el escenario montado en el espacio público luqueño, en la radiante y fresca mañana dominguera. En los alrededores, los propios juegos de la plaza y otros montados para la ocasión, servían para que las ganas de jugar se deslicen sin parar. Varios niños se mostraron más sonrientes al compartir con sus padres esos momentos que muchas veces la rutina de la semana impide llevar adelante.
El festejo tal vez fue la revancha para otros niños que se quedaron con las ganas el día anterior debido a la suspensión de la actividad en el complejo del ex futbolista Ricardo Tavarelli. La celebración fue organizada por Best Buddies Paraguay con la Fundación Saraki y será realizada el próximo sábado.
El encuentro convoca a niños con y sin discapacidad, que juntos y con alegría demostrarán que para la magia infantil no existen barreras que la pueda opacar.