Sergio Cáceres Mercado
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Todo indica que la historia de Elise llega a su fin en esta última entrega de Insidious. Han pasado tres capítulos, y este y el tercero la tuvieron como protagonista, ya que en las dos primeras eran otros los que eran atormentados por demonios y espíritus y ella aparecía como la combativa médium que los ayudaba. En parte, esto sigue ocurriendo, solo que la historia personal de Elise es central ahora.
Para poder tener una explicación total de quién es esta espiritista tan talentosa, se nos remonta hasta su niñez. Los eventos que suceden cuando ella forma su equipo de cazafantasmas con Specs y Tucker solo se comprenden con flashbacks bien realizados. Estos dos personajes, por cierto, hacen siempre de contrapunto cómico. En las cuatro entregas, ellos han marcado la diferencia y convertido a Insidious en una de las pocas películas de terror con elementos de comedia en parte de su trama.
Pero a no equivocarse. El terror es lo primero, y esta vez el demonio es realmente original y terrorífico. La niña Elise no la ha pasado bien y comprendemos su angustia. Lo que ha ocurrido en su casa es horrendo y lo que descubre al final es plausible y deja los pelos de punta.
Ahora bien, esta saga ya viene mostrando signos de desgaste. Los productores pueden decidir continuarla, pues hábilmente lograron que aparezca un nuevo personaje con poderes similares a Elise. Pero, en principio, hasta acá llega todo. No es una maravilla dentro del género, pero ha logrado cerrar bien el círculo con su estilo retrospectivo. Retroceder más allá de la niñez ya sería forzar la cosa.
Calificación: *** (buena)