La publicación destaca las expresiones del analista sénior de T&M, Luiz Carlos Pacheco, reconocido mundialmente en el segmento del cereal. Este dijo que el mayor potencial de la harina de Paraguay se basa en el excelente trigo producido en el país, tal vez uno de los mejores de América del Sur.
El nombrado profesional contó que el trigo paraguayo se utiliza como mejorador; es decir, “es usado para mezcla con el cereal producido en Brasil, considerado de menor calidad”.
Subrayó que el hecho limitante es la reducida capacidad de molienda del país, que es de solo 600.000 toneladas anuales. Consideró que nuestro país tiene una capacidad de industrialización baja, “pero además el mundo no conoce su calidad y por eso es necesario desarrollar una tarea de márketing, tanto de la harina como del trigo”.
El reporte del citado gremio de productores de cereales añadió que Pacheco recomendó a los exportadores y las industrias del país que envíen muestras a los mejores laboratorios del mundo para la certificación, de tal forma a obtener una prima sobre los precios que se manejan hoy en día y, por lo tanto, fomentar la producción.
CENTROS. El experto de T&M resaltó que Paraguay, para simplificar aún más sus ventas en Brasil, estableció centros de distribución en las afueras de Curitiba. Confesó que no sabía de ninguna iniciativa similar de los molinos argentinos, sino solo los importadores.
Según la Capeco, la calidad del trigo nacional se obtuvo gracias al trabajo de investigación desarrollado en el Programa de Mejoramiento Genético, realizado en una alianza público-privada, que involucra al gremio, el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) y el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), cuyo resultado fue el lanzamiento de más de 12 variedades con características deseables para la industria molinera, indicó la licenciada Sonia Tomassone, asesora de comercio exterior de la Capeco.
CIFRAS. En otra parte, el referido consultor internacional destacó el volumen de la harina exportada desde Paraguay a Brasil. Manifestó que aumentó 101% en los primeros tres meses del año, pasando de un volumen de 4.390 toneladas, en el 2016, a 8.830 toneladas, en el 2017.
Agregó que la Argentina ha enviado 91.140 toneladas en el mismo periodo, lo cual representa una evolución positiva de 47,3%.
La Capeco menciona que actualmente Paraguay y Argentina son los principales proveedores de trigo y harina al vecino país, aunque su demanda sigue creciendo.
Puntualiza que el Brasil tiene una disponibilidad de trigo de seis millones de toneladas, cantidad que no puede cubrir la demanda anual de 12,5 millones de toneladas, razón por la cual está necesariamente obligado a importar 6,5 millones de toneladas del cereal por año.
